“Pablo Martínez me operó y por su culpa no puedo caminar”
- Serafín Medina denuncia haber sido víctima de una supuesta mala praxis por parte del traumatólogo ovetense, quien lo operó de artritis.
- Lleva 15 meses postrado sin poder retomar la movilidad de la pierna derecha, exige resarcimiento por el daño ocasionado y anuncia acciones judiciales por entablar.
Serafín Medina (59), es un humilde hombre que se desempeñaba como guardia de seguridad en la céntrica intersección de las calles Carlos A. López y José S. Decoud (zona del Taller Cristian Paats), afirma que padecía de intensos dolores articulares como consecuencia de una artritis, que llegó a su estado más agudo en setiembre de 2015.
En fecha 6 de setiembre cayó desplomado a raíz de los intensos dolores, mientras cubría un encuentro deportivo en el Club 12 de Junio, fue trasladado al Hospital Regional de Coronel Oviedo, donde al día siguiente 7 de setiembre fue sometido quirúrgicamente a una operación de la rodilla derecha, por parte del traumatólogo ovetense, Pablo Martínez Acosta, cuestionado ex rector de la Universidad Nacional de Caaguazú (UNCA).
Según refiere Medina, para el momento de la intervención quirúrgica el médico tratante, Pablo Martínez, ni siquiera solicitó la realización de placas radiográficas al paciente, derivándolo directamente a quirófano para proceder por la rodilla derecha, sin evaluar el estado en el que se encontraba su articulación, primera intervención a las que posteriormente sucedieron otras tres, totalizando cuatro operaciones, por parte de Martínez.
“Che poha osë hepyvepe cheve la che mba’asygui, ko karaimi anga ojahei vaipaite la che retymare, cuatro vece che opera, che renymy’aguive, che rodilla ha che tobillopeve, che reja vaive la anteve gauregui (El remedio me salió más caro que la enfermedad, este señor prácticamente me jugó por toda la pierna, fui operado en cuatro ocasiones, desde el muslo, la rodilla hasta el tobillo, me dejó peor que antes de la operación)”, expresó en un cerrado guaraní el denunciante.
Tras las operaciones a las cuales fue sometido, le siguieron unas cuarenta sesiones de fisioterapia, las cuales nunca lograron el objetivo de restablecerlo, motivo por el cual debió trasladarse hasta el Hospital Nacional de Itauguá para mejor tratamiento en busca de alguna solución; “upepe he’i cheve hikuai ojepe’a hague tekoteve’ÿre che rodilla kyryu ha upea la ojapo vaiva cherehe ko’agaitepeve (allí me dijeron que innecesariamente me quitaron la rótula de la rodilla, y que fue esa la razón que me dejó inmóvil hasta hoy día)”, amplió.
El hombre, quien anunció una demanda penal contra el traumatólogo Pablo Martínez Acosta, precisa de tratamiento médico especializado para restablecer su movilidad, precisa de unos G. 29 millones para costear una compleja operación quirúrgica.
También refiere que en Itauguá le han afirmado que la cirugía de artritis es muy delicada, especialmente en el área de la rodilla para lo cual debió haber seguido un estricto tratamiento previo y no una operación rápida de un momento a otro, como fue en su caso.
Los profesionales le aseguraron que requerirá de la inserción de implantes ortopédicos correctivos de modo tal a recuperar la movilidad especialmente en la rodilla y el tobillo, cuyos costos son bastante elevados, ascienden a unos G. 29 millones, afirma Medina.
Ante esta situación adelantó que accionará judicialmente contra Pablo Martínez de manera tal a que éste compense económicamente el daño ocasionado y se someta a las cirugías correctivas.
“Hetaitereima aheka añe’e jey hendive, aha hendape ha nda che reciviri, jaguaicha opoi chehegui callepe, aicha mba’e ndajajapoiva ñande rapicha humanore, che tío hi’arive ko karai (Demasiadas veces busqué volver a hablar con él, me acerqué hasta el mismo y no me recibe me dejó tirado a mi suerte como un perro, esto no se hace a un ser humano, encima este señor es mi tío, somos familiares)”, aseguró en otro momento, visiblemente compungido, Serafín Medina.
El hombre, quien anunció una demanda penal por supuesta mala praxis contra Pablo Martínez, trajo a colación el episodio que le tocó vivir al pintoresco personaje ovetense Bartolo, entre enero y febrero del 2016, cuando el hombre fuera embestido en la vía pública y debido a lesiones traumatológicas debió ser sometido a cirugía, siendo Pablo Martínez el interviniente, dejando secuelas casi irreversibles en la pierna derecha de Bartolo, quien estuvo a punto de perder dicha extremidad, debido aparentemente a una mala praxis por parte del traumatólogo denunciado.
“Haimete voi oheja vai Bartolope opoko rire pe hetymare, ha ko’aga chehaite avei asufrí la consecuencia, añarrepentí del alma la añemboja hague chupe ha la aheja haguere apokoyka chejehe (Ya casi incluso lo dejó mal a Bartolo luego de haberlo intervenido y ahora soy yo quien sufre también las consecuencias, en el alma estoy arrepentido de haberme acercado a él -Pablo Martínez- y haberle permitido que me tratara)”, finaliza el desesperado hombre, quien lleva un año y tres meses sin poder volver a caminar por sí solo.
Serafín Medina hoy por hoy se moviliza gracias a la ayuda de un par de muletas, afirma que hay días en los que los dolores insoportables no lo dejan siquiera dormir, sobrevive gracias a la venta de remedios yuyos que oferta su esposa y esporádicas ayudas económicas de personas de buen corazón que llegan hasta él, en su lugar de siempre, la esquina del Taller Cristian Paats y Cia.