¿A quiénes les damos nuestras monedas?
La cantidad de “limpiavidrios” aumentó de manera exponencial en la ciudad de Coronel Oviedo. Al principio solo eran unos pocos niños, quienes de manera conmovedora, nos pedían monedas “che empanada repyrâ”; sin embargo, al parar en rojo, ahora estamos a merced de mayores alcoholizados y varios de ellos con antecedentes delincuenciales.
Eran las 08:30 del pasado martes cuando un hombre, evidentemente ebrio, se acerca a un vehículo estacionado en la calzada de la calle Juan Ángel Benítez de Coronel Oviedo, esperando que el semáforo cambie a verde. Con un tropiezo casi cae por el capó del coche y comienza a derramar agua sobre el cristal delantero con la intención de “limpiar”, sin embargo el conducto se niega a que le presten el servicio no solicitado.
Seguro que el final de la historia ya lo conocen: el hombre se enojó, golpeó de un puñetazo parte del guardabarros del vehículo y, literalmente, puteó al conductor que se estaba dirigiendo a su lugar de trabajo.
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Tal vez la historia es conocida por muchos quienes ya pasaron por situaciones similares, y es que los casos aumentan así como aumentan la cantidad de quienes bajo amenazas y la imposición del temor chantajean a quienes obligatoriamente paran cuando el semáforo se pone en rojo.
Desde octubre del 2018, dos proyectos presentados en la Junta Municipal, que pretende reglamentar la presencia de estas personas en las calles, están “dormidos” en la Comisión Asesora de Legislación, que hasta la fecha no ha dictaminado para su puesta a consideración y promulgación de la Ley Municipal que intervenga para estos casos.
Aun sin esa normativa vigente, existen otras que permiten la acción de oficio por parte de la Policía Nacional en los casos de “limpiavidrios” violentos y alcoholizados que son un verdadero peligro y genera intranquilidad en cada semáforo de la ciudad de Coronel Oviedo.
En octubre del año pasado, a pedido de los concejales municipales, la Policía actuó y sacó de las calles a al menos cinco personas mayores, alcoholizadas, una de ella con orden de captura y otros con frondosos antecedentes delincuenciales. Los mismos no tardaron en volver infundir temor en las esquinas de los semáforos y sin la consecuente prosecución de la situación por parte de la Policía Nacional, cuyas patrulleras también paran en los semáforos por lo que no desconocen la presencia de delincuentes, disfrazados de “limpiavidrios” en las calles de Coronel Oviedo.
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Aunque siempre se sospecha que son personas que no se apartan de los vicios del alcohol y el tabaco y, tal vez, de otras sustancias, hoy en día sin rubor alguno se exhiben bebiendo en plena vía pública sin importar la hora que sea.
¿Qué se está esperando que ocurra para intervenir esta situación y dar tranquilidad a quienes debemos circular libremente por nuestra ciudad?
