Policía española captura a nigeriana y brasileña por el asesinato de una paraguaya
- El crimen ocurrió hace dos meses en un municipio gallego. Aparentemente, estrangularon a la compatriota para robarle la plata que iba a enviar a su familia que vive en nuestro país.
- La nigeriana y la brasileña, cuyas identidades no fueron reveladas, tienen que prestar declaración este jueves ante un juez, en el marco de la investigación abierta por el crimen de Leticia Magalí Sanabria Romero, de 28 años, nacida en Paraguay y quien vivía en España desde hace tres años.
- La compatriota fue encontrada muerta el 10 de setiembre pasado.
El cuerpo estaba tirado al lado de su cama, en la habitación del edificio en el que vivía en el municipio de O Barco de Valdeorras, provincia de Orense, en la comunidad autónoma de Galicia, 430 kilómetros al noroeste de Madrid.
La nigeriana era compañera de piso de la paraguaya y la brasileña era amiga de ambas, aunque más cercana a la africana.
Leticia Magalí Sanabria Romero trabajaba como limpiadora y justamente fue quien le dio un techo para vivir a la nigeriana y hasta le consiguió un trabajo en el mismo lugar, ya que la africana supuestamente sufría discriminación.
La brasileña, en tanto, trabajaba como cocinera de la paraguaya y la nigeriana mientras estas trabajaban. Todo esto es según lo que la mujer ahora fallecida le contaba a su familia que vive en la ciudad de Yby Yaú, departamento de Concepción.
La noche previa al crimen, nuestra compatriota habló por teléfono por un largo rato con su madre. Leticia aparentemente tenía un mal presentimiento, ya que llamó en horas de la madrugada de España porque no podía dormir.
Durante aquella conversación, la paraguaya le avisó a su madre que al amanecer le enviaría una cantidad de dinero importante que tenía ahorrada.
Coincidentemente, en esa misma llamada, Leticia le reveló a su mamá que su compañera de cuarto, la nigeriana, esa noche le había permitido a la brasileña que se quedara a dormir con ella, algo muy inusual.
Sin embargo, en horas de la tarde de nuestro país, mientras la familia de Leticia esperaba el envío de dinero, la noticia que llegó desde España fue totalmente inesperada y devastadora: la paraguaya había sido asesinada.
Según los medios de prensa locales, fueron justamente la nigeriana y la brasileña las que supuestamente encontraron el cuerpo y avisaron a las autoridades.
Otra hermana de Leticia, quien también vive en España, llegó al lugar sin saber lo que realmente pasaba, ya que tampoco le dejaron pasar a la habitación donde estaba el cadáver.
Mientras la hermana de Leticia esperaba en la sala, le preguntó a la nigeriana y a la brasileña qué es lo que había pasado, a lo que las extranjeras le respondieron que la Policía solo estaba interrogando a su hermana.
En un momento dado, las extranjeras hicieron un comentario entre ellas y se rieron, a lo que la hermana de Leticia les preguntó de nuevo qué estaba pasando. La respuesta esta vez fue más ambigua: “mejor reír, para no llorar”.
Sin embargo, cuando llegaron los forenses al lugar, la compatriota se dio cuenta de que su hermana estaba muerta y entró a la fuerza a la habitación, donde halló la trágica escena.
La compatriota era la hija mayor y el sostén económico de toda su familia que vive en Yby Yaú.
La Guardia Civil de España, que es una de las fuerzas de seguridad de ese país, corroboró que la paraguaya fue estrangulada hasta la muerte y que la escena del crimen fue alterada, como para hacer creer que se trató de un asalto.
Con el correr de las investigaciones, los españoles descubrieron que las dos mujeres que supuestamente encontraron el cuerpo fueron las que en realidad cometieron el homicidio, presuntamente con fines de robo, ya que la plata que la paraguaya iba a enviar esa mañana desapareció del lugar.
La familia de Leticia remarcó a un medio nacional, que su madre siempre le decía a la paraguaya que no confiara en sus amigas nigeriana y brasileña, ahora sospechosas de su asesinato. Los restos de Leticia Magalí Sanabria Romero arribaron a Paraguay el 28 de setiembre pasado. La sacrificada compatriota fue sepultada en su ciudad natal, Yby Yaú.