Nepoempanadas: una respuesta ciudadana a la desidia
- Las nepoempanadas son una audaz respuesta ciudadana que combina empanadas irresistibles con una crítica directa a la corrupción, por solo 2000 guaraníes.
- En la intersección entre la avenida Perú y la calle Tte. Alcorta, el local se convirtió en epicentro de la indignación ciudadana, cuyos clientes se toman fotos para compartirlas en redes, mientras se sirven las deliciosas empanadas, que encapsulan el sentir de la comunidad.
- José Cabrera, ideólogo detrás de las nepoempanadas, reveló que todo surgió en las quejas cotidianas en familia por la desidia y la corrupción en la política nacional.
Por Lucía Paniagua – @lu_rolandi
En el bullicioso escenario de las redes sociales, una promoción se destaca entre el tumulto virtual y la realidad política, capturando la atención de quienes anhelan sabores auténticos y, al mismo tiempo, desean expresar su indignación ciudadana.
La oferta es tan tentadora como sorprendente: “Antes a 18 millones. HOY SOLO A 2000 GUARANÍES”. Estas no son solo empanadas, son “nepoempanadas”, y su historia, narrada por el ideólogo detrás de esta innovadora iniciativa, José Cabrera, quien compartió con sus amigos de Facebook la oferta y reveló a OviedoPress Multimedios una travesía culinaria impregnada de ingenio y crítica social.
La chispa que encendió el fuego de las “nepoempanadas” surgió en la mesa familiar de los Cabrera, donde las quejas cotidianas sobre la desidia y corrupción que rodean al país parecían encontrar un inusual eco. José contó que las empanadas tradicionales se convirtieron “nepobabys” debido a su tamaño reducido y a la vez su indiscutible delicia, pero un el ingrediente de protesta contra el escándalo de parientes de políticos contratados deliberadamente y con jugosos salarios en el Congreso.
“Esto es respuesta ciudadana a partir de la desidia de todo lo que nos roban. Nos sentamos todos los días en la mesa familiar a almorzar y nos quejamos de los nepobabys y en la mesa familiar surgió. Las empanadas son nepobabys porque son chicas, pero son ricas. Ahí empezó la nepoempanada desde el fin de semana que colocamos el cartel”, relató Cabrera.
Así nació la “nepoempanada”, un concepto que va más allá de lo gastronómico para convertirse en un símbolo de la respuesta ciudadana ante las adversidades de quienes no tienen el beneficio económico de formar parte de la parentela política de turno. “Las empanadas son una forma de expresar nuestra indignación”, explicó Cabrera.
Ubicado en la intersección de la avenida Perú con la calle Tenitente Alcorta, en Asunción, el local de las nepoempanadas se ha convertido en un punto de encuentro donde la comunidad se reúne para degustar estas empanadas y, de paso, tomarse una foto para subirla a las redes sociales. “La gente viene a tomarse fotos con el cartel y, de paso, come una empanada”, mencionó entusiasmado el joven emprendedor.
La estrategia publicitaria, ingeniosamente impulsada por un cartel provocador, invita a los comensales a disfrutar también del asadito Trato Apu’a, una elección que no es casual, ya que la carne utilizada es un recordatorio del nepotismo que permea en la sociedad. “Es la carne que lleva al nepotismo”, sostuvo el perspicaz muchacho. El mote que se ganó Silvio Ovelar en las elecciones de 2013 al ser filmado comprando cédulas en un asentamiento de Coronel Oviedo.
Hace apenas una semana el local abrió sus puertas al público, marcando un cambio radical en la estrategia de venta que, hasta entonces, se basaba en pedidos. “Primero abrimos a puertas cerradas y ahora abrimos a la calle, porque hay que pagar la matrícula de los chicos, la luz, el agua; empieza el año, vienen todos los gastos”, detalló.
De esta forma, atrás quedó el tiempo en que vendían empanadas y dulces exclusivamente sobre pedido, ahora, las nepoempanadas conquistaron la calle como un símbolo de la resistencia gastronómica ante la injusticia. Pero detrás de esta iniciativa, mencionó además del nacimiento de las nepoempanadas, las próximas expansiones del menú. Contó con una sonrisa enigmática que las nepoempanadas son solo el comienzo. “Estamos ideando otros dos tipos. Vamos a tener las nepobabys, las medianas que van a ser senadores, y la grandota de G. 7.000 que va a ser el patrón”, puntualizó.
Sin embargo, el tamaño patrón aún no tiene destinatario específico. “No voy a marcar quién es, porque vienen y… o capaz me compran la marca”, añadió entre risas, sugiriendo que este movimiento culinario es también un acto de resistencia económica para su familia.
