INDI se compromete a desarrollo integral con comunidades nativas

• La situación de los nativos paraguayos es muy complicada y es una de las problemáticas que debe ser mejor abordada.
• Este año priorizarán recursos para invertir en infraestructura y desarrollo integral de comunidades.

Varios son los factores que hacen que las comunidades indígenas dejen sus tierras y se instalen en las zonas urbanas del departamento Central, así como en Asunción, los mismos responden a problemas de convivencia, liderazgo en sus comunidades, reducción de montes cercados por alambradas y el avance de los cultivos. Según informa el medio digital Paraguay.com

Aldo Saldívar, titular del Instituto Nacional del Indígena (INDI), refiere que 10 a 12 veces al año realizan el traslado de las personas que se encuentran acampando frente a la institución, pero que de igual manera vuelven y además otros grupos se adhieren a ellos. De la misma forma, comentó que un 80 por ciento del presupuesto destinado al ente estatal, está previsto para la compra de tierras, mediante una reingeniería presupuestaria que permita el desarrollo integral de las comunidades indígenas.

“Caminos de accesos en buen estado, sistemas de agua, apoyo para la actividad productiva y la conservación de los bosques; sobre todo, acompañamiento para el conocimiento de la distribución comunitaria de los recursos. Tampoco nos sirve que uno o dos líderes se queden con los recursos y el resto de la población siga sin tener acceso a esos recursos; eso es economía comunitaria”, refiere Saldívar

Asimismo, el INDI pretende trabajar en los departamentos más expulsores, iniciando por Caaguazú y con las familias que viven en inquilinatos clandestinos en la zona de la Terminal, quienes provienen de varias comunidades ubicadas en ese punto del país. “Estos que están acá tienen problemas para convivir en sus comunidades, ya no quieren estar bajo ciertas condiciones que rigen en la comunidad. Ellos no respetan los liderazgos comunitarios, son violentos, prepotentes en cierta manera e incluso son rechazados en sus respectivas comunidades”, recalca el principal del ente estatal.

Los problemas de convivencia se generaron desde la distribución de tierras que se realizaron de manera inequitativa, ya que en 50 hectáreas de terreno, hay 50 familias, lugares en donde podrían haber más habitantes. En su momento no tenían frontera, pero hoy en día, todos los terrenos se encuentran alambrados y donde había monte, hay cultivos.

Saldívar indica que la actividad mendicante de los nativos en la ciudad pasa no solo por un tema de subsistencia, sino que ya se trata de una cuestión cultural, teniendo en cuenta que lo que antes recolectaban en sus comunidades hoy lo recolectan en los semáforos, acto que los nativos llaman ‘poreka’. “Aún no pude trabajar con un presupuesto estructuralmente adecuado con lo que, creo, necesitan las comunidades indígenas” concluyó, según reporta Última Hora.