Familia ovetense vivió una travesía para volver a Paraguay tras semanas varada en Río Grande

• Las recientes inundaciones en Brasil dejaron incomunicada a una familia de Coronel Oviedo, que se encontraba en Río Grande do Sul por cuestiones de salud.
• Carmen Bobadilla de Malberti y su hijo Ramiro enfrentaron semanas de incertidumbre y desesperación antes de poder regresar a Paraguay.
• Las lluvias torrenciales y los deslizamientos de tierra cerraron todas las rutas una semana después de la llegada de los compatriotas al vecino país.

Las recientes inundaciones en Brasil dejaron a muchas personas incomunicadas, atrapadas en una situación desesperante. Entre ellas, una familia de Coronel Oviedo, que se vio imposibilitada de regresar a casa debido a las inclemencias del tiempo, el cierre de rutas y aeropuertos.

Esta es la historia de Carmen Bobadilla de Malberti y su hijo Ramiro, quienes enfrentaron una odisea inesperada en medio del caos climático en el estado de Río Grande do Sul.

Ellos viajaron a Río Grande do Sul por cuestiones de salud. Ramiro, de 18 años, nació con problemas renales y requiere atención médica periódica, cada tres meses desde hace dos años. La familia tenía previsto regresar a Paraguay a principios de mayo, tras una estancia de dos semanas. Sin embargo, el destino tenía otros planes.

“Nosotros teníamos que volver los primeros días de mayo. Generalmente nos quedamos dos semanas, pero hacía ya poquito más de un mes que estábamos allá. Cuando teníamos que volver cerraron todas las rutas y no había forma de salir de ninguna manera”, relató Carmen al programa Hablando Claro emitido por Radio Mundo Sol.

Las lluvias torrenciales comenzaron la semana en que debían regresar. “Mucho antes de las inundaciones nos fuimos, la semana en que teníamos que volver se cerró todo. Mi colectivo salía el jueves y el martes anterior se cerró todo. La semana siguiente a la que llegamos empezaron las lluvias, los desbordes, deslizamiento, un caos total”, mencionó la mujer.

Carmen y Ramiro se encontraban en la ciudad de Río Grande, a 300 kilómetros de Porto Alegre, una de las zonas más afectadas. La desesperación se apoderó de ellos mientras las condiciones empeoraban, de no haber regresado el jueves pasado tal vez la estancia se hacía aún más larga. “Todo iba a agravarse y buscamos la forma de volver. Ayer cerraron todo de nuevo y por tiempo indefinido”, acotó.

Las imágenes de personas en carpas al costado de las rutas, fuera de sus casas, quedaron grabadas en la mente de Carmen. “Me da piel de gallina acordarme de todo. Ves en las redes, pero cuando llegamos a Porto Alegre, te hace sentir mal”, subrayó.

La ayuda del cónsul José Martínez y sus colaboradores, Jorge Valenzuela y Marcelo Cáceres, fue crucial para su retorno. “Sin ellos no iba a poder salir porque los brasileros son muy estrictos, cuando dicen no es no. Buscamos mucho para poder salir por Guairá, Foz o del lado argentino y no hubo caso”, manifestó.

El viaje de regreso estuvo lleno de incertidumbre y dificultades, pero la familia Bobadilla de Malberti encontró la fuerza para superar cada obstáculo. “Gracias a Dios y a la Virgen Santísima ya estamos acá con Ramiro. Ramiro tiene 18 años, pero es un niño grande”, indicó finalmente.