Ejército iraquí toma hospital en Mosul pero encuentra fuerte resistencia
- BARTALLA. Las fuerzas iraquíes encontraban una fuerte resistencia de los combatientes del Estado Islámico en Mosul, donde lograron avanzar hacia la orilla este del Tigris, el río que divide en dos la segunda ciudad de Irak.
Los combates continúan alimentando el éxodo de los civiles, cada vez más numerosos a abandonar sus hogares para refugiarse en los campos de desplazados, donde las noches pueden ser glaciales.
Este miércoles el ejército iraquí tomó en el este de Mosul el hospital Al Salam, utilizado como centro de comando por el grupo Estado Islámico (EI). La 9ª división blindada del ejército ocupó el hospital situado en la orilla sudeste del Tigris, el río que atraviesa Mosul, indicaron las fuentes.
Sin embargo, las tropas quedaron cercadas en el hospital por los yihadistas y esperan la llegada de refuerzos, informaron las fuentes.
Se trata de la penetración más profunda de las tropas iraquíes en el este de Mosul desde el inicio de la ofensiva contra el bastión yihadista el 17 de octubre pasado.
“Hemos avanzado en el barrio de Al Salam pero la situación es difícil, hay violentos combates”, declaró a la AFP el general Shaker Kadhem. “La situación de la 9ª división es difícil. pidió apoyo. Enviamos un regimiento al lugar”, dijo a la AFP un oficial de las fuerzas antiterroristas del ejército.
La agencia Amaq, agencia de propaganda del Estado Islámico (EI), afirmó que los yihadistas lanzaron cinco atentados suicidas con coche bomba en las últimas 24 horas.
Siete semanas después del inicio de la ofensiva, el ejército sólo controla la mitad de la parte oriental de Mosul y su avance se desaceleró en noviembre. La operación es llevada a cabo en parte por el Comando Antiterrorista Iraquí (CTS) , la fuerza de élite del ejército. Su objetivo es de ahora llegar al puente más al sur de los cinco que cruzan el Tigris en el centro de Mosul, indicó el general Kadhem.
Los expertos habían previsto una resistencia menos importante en el este de Mosul, lo que impide cumplir con el objetivo de tomar la ciudad antes de fin de año, como lo había prometido el primer ministro Haider al Abadi.
Las Unidades de Movilización Popular (UMP, Hashd al Shaabi en árabe), fuerza paramilitar gubernamental dominada por las milicias chiitas, conquistaron terreno en el oeste de Mosul. Las UMP buscan apoderarse de la localidad de Tal Afar, para cortar la ruta que une Mosul con Siria.
Las fuerzas iraquíes habían avanzado rápidamente desde el lanzamiento de la ofensiva el 17 de octubre pasado, pero en las últimas semanas el ritmo se hizo más lento, debido sobre todo a la presencia de centenares de miles de civiles que obligan a tomar numerosas precauciones.
Un total de 82.000 civiles abandonaron sus hogares desde el inicio de la operación, indicó la ONU, que da cuenta en su último informe de un aumento de las víctimas civiles en los combates.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU indicó que está trabajando para reparar las infraestructuras de agua y electricidad en el este de Mosul, donde la falta de agua potable es considerada “crítica”.
Varias centenas de miles de personas están privadas de agua potable desde hace varios días y están obligadas a hervir el agua de los pozos para poder sobrevivir. La situación de los desplazados diseminados alrededor de Mosul también es preocupante debido a la llegada del invierno.