Director del Mercado de Abasto presentó renuncia

• El director del Mercado de Abasto, Víctor “Oti” Sánchez, confirmó su decisión de renunciar al cargo tras ser suspendido este viernes por el intendente Mario Ferreiro.

“Oti” Sánchez brindó esta mañana una conferencia de prensa para comunicar su dimisión al cargo de director del Mercado de Abasto. “Hoy decidimos presentar mi renuncia de modo a no entorpecer ni ejercer ningún tipo de presión sobre el desarrollo de la intervención; creemos que la intervención es el mejor camino para continuar transparentando el Abasto”, sostuvo. Según informa el medio digital Abc.com.py.

Ya en conversación con ABC Cardinal, el renunciante director argumentó que “creemos que la alternancia es importante. Muchas veces uno se queda en el privilegio, le gusta el sillón en el cual se sienta, como ya va amoldando la nalga; eso no es parte de lo que quiero”, refirió.

Garantizó su pleno respaldo al ingeniero Alex Duré, designado por el intendente de Asunción, Mario Ferreiro, como interventor del establecimiento municipal. “Entregaré la posta, le daré el apoyo y seguiremos trabajando”, agregó.

Sánchez insistió en que “hay que generar cambios porque el cambio es bueno y genera nuevos aires, nuevo espíritu. Eso ayuda a tomar impulso; nosotros creemos que la alternancia es importante y es importante demostrar eso con acciones”, reafirmó.

La dimisión de Víctor “Oti” Sánchez se da luego de que este viernes Mario Ferreiro firmara la resolución 1994/2017, que dispone la intervención de la Dirección de Abastecimiento de la Municipalidad de Asunción (DAMA). De esta manera, Sánchez Villar quedaba suspendido en sus funciones por al menos 120 días corridos, de acuerdo al documento.

El intendente capitalino intervino el lugar luego de constantes denuncias sobre hechos de evasión y arrendamientos “mau” durante la administración de “Oti”, irregularidades que saltaron a la luz luego del incendio del bloque C del Mercado de Abasto.

El siniestro se desató este domingo pasado afectó principalmente a permisionarios “mau”, es decir comerciantes que ocupaban espacios vendidos sin el permiso de la Junta Municipal, como establece la Ordenanza 89/98.

Se estima que el dinero en negro que se movía de manera mensual en el Abasto superaba los G. 3.000 millones. La venta indiscriminada de espacios se daba mediante un sistema corrupto donde funcionarios se quedaban con parte del dinero pagado por comerciantes para ocupar hasta pasillos en el establecimiento.