Cómo el covid puede causar muertes prematuras años después
- Más allá de los habituales síntomas respiratorios, el SARS-CoV-2 o también denominado simplemente como Covid-19, puede desencadenar en síntomas cardiovasculares.
- Esta puede empeorar las enfermedades cardiovasculares y reducir la esperanza de vida, bien por acelerar el daño vascular o por generar nuevos daños, los cuales pueden acabar provocando muerte incluso meses o años después de la infección.
- La vacunación ha demostrado ser efectiva contra estos efectos al igual que contra la covid-19. El fundamento es simple; si el virus no puede llegar a la sangre, no puede afectar al sistema cardiovascular.
Más allá de los habituales síntomas respiratorios (que pueden ir desde un catarro hasta una neumonía mortal), SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios puede desencadenar síntomas cardiovasculares.
Pasados los primeros meses de pandemia ya se comenzaron a recoger datos que indicaban un aumento de daño cardiovascular tras la infección con SARS-CoV-2. Las complicaciones más frecuentes eran fallo cardiaco, daño en el miocardio, arritmias y síndrome coronario agudo. Para explicar estos síntomas se barajan dos posibilidades y ambas se basan en evidencias consistentes:
Una respuesta inmunitaria desequilibrada frente a la infección vírica causa un proceso inflamatorio que provoca daños vasculares. La inflamación, cuyo máximo exponente es la tormenta de citoquinas, provocaría vasculitis, o inflamación vascular. Así, en personas que ya presentan inicio de enfermedad cardiovascular, esta inflamación aceleraría el proceso.
El SARS-CoV-2 se introduce en las células utilizando la proteína ACE2, muy presente en las células endoteliales que revisten los vasos sanguíneos. Esta proteína es esencial para el funcionamiento del sistema cardiovascular, regulando la presión sanguínea, el control de electrolitos, la reparación de los vasos y la inflamación.
Con todos los datos acumulados, podemos concluir que el covid-19, al igual que otras infecciones respiratorias agudas, puede empeorar enfermedades cardiovasculares y reducir la esperanza de vida, bien por acelerar el daño vascular o bien por generar nuevos daños. Estos daños pueden acabar provocando muerte incluso meses o años después de la infección.
Afortunadamente, la vacunación ha demostrado ser efectiva contra estos efectos al igual que contra la covid-19. El fundamento es simple: si el virus no puede llegar a la sangre, no puede afectar al sistema cardiovascular.