Visita íntima es un derecho y “calma” a la población penal
- En el contexto de la pandemia por coronavirus, la población penitenciaria se vio afectada debido a la restricción en el régimen de visitas y finalmente la opción de recibir la visita íntima superó en preferencia a la visita social.
Solo con una orden judicial se puede impedir que una persona privada de su libertad reciba visita en “las privadas” ya que es un derecho establecido en el Código Penal, no ha otra manera de privar de eso a un recluso, aclaró Cecilia Pérez, ministra de Justicia. Según nforma el medio digital Hoy.com.py.
En cuanto a seguridad, el control que realizan guarda relación con que no existan hechos de violencia entre recluso y visita, que no ingresen drogas ni armas y que el comportamiento o conducta sexual de ambos en el encuentro ya no les corresponde atendiendo el hecho que se comentó que una de las visitas de Bruno Marabel resultó embarazada.
“Nuestro nivel de control en cuanto a esto llega a que no haya hechos de violencia, que no se viole el régimen penitenciario ni que se meta drogas o armas, tiene más que ver con un régimen disciplinario hasta donde llegamos”, afirmó en contacto con la 1080 AM.
Pérez manifestó que en todo el contexto del pandemia y las restricción en las visitas, los mismos reclusos eligieron la visita íntima a la social. “Con todo esto de las restricciones la visita íntima calma a la población”, afirmó.
Destacó que en el caso de los embarazos en reclusas sí puede resultar complicado ya que el hijo o hija desde que nace hasta los 4 años pasa en prisión con su madre y eso significa la primera infancia, no es lo ideal pero es el derecho de ambos, aclaró la abogada.
“En eso sí trabajamos con la educación sexual y reproductiva pero las mujeres nos cuentan que sus parejas no quieren usar preservativos cuando las visitan y nuestro control no llega hasta saber si usaron o no preservativo, no podemos llegar a eso”, indicó.
Con relación a las visitas íntimas entre personas del mismo sexo, Pérez recordó que se llegó a una discusión judicial que finalmente fue rechazada. “A la hora de la verdad si en una celda hay más de una persona del mismo sexo no controlamos si tienen sexo entre ellos, esa es la realidad”, señaló.
Sobre las visitas que reciben los criminales y delincuentes como Marabel y otros, Pérez mencionó que ante la consulta hecha a una profesional de la Psicología esta mencionó que los reclusos resultan atractivos porque en cada encuentro “se esmeran más” y existen casos de personas privadas de libertad que se ponen en pareja con personas que están en libertad sin haber sido convivientes antes de ingresar a la penitenciaría.
“No lo tienen cualquier día ni a cualquier hora, te toca cuando te toca, no es como nosotros que si estamos en pareja hoy digo sí o digo no”, puntualizó.