Violación, Asalto y disculpa: Lo que sufrió una víctima del grupo criminal en Yguazú
- Una mujer relató todo lo que le tocó pasar durante un atraco perpetrado por un grupo criminal, que realizaba asaltos domiciliarios y abusaba sexualmente de sus víctimas. Los delincuentes atemorizaban a las familias japonesas de la colonia Yguazú, Alto Paraná.
- Dos de los sujetos se encargaban de llevar todo lo que encontraban a su paso y un tercero abusó sexualmente de la mujer.
En entrevista con radio Monumental 1080 AM, una mujer, bajo el nombre ficticio de María, relató los pormenores del violento atraco que sufrieron ella y su familia hace un año en su vivienda, ubicada en la colonia Yguazú, Alto Paraná.
María recordó que ella estaba lavando cubiertos y que su marido salió por un momento al patio de la casa, cuando llegaron tres hombres y, con mucha violencia, lograron reducirlo.
La mujer se asustó y cerró la puerta de la vivienda, pero se percató de todo lo que estaba ocurriendo y tomó la decisión de salir voluntariamente.
Ella también fue amarrada y sufrió una herida cortante en el rostro.
“Llegaron a las 21:15, yo estaba lavando los cubiertos. Mi marido salió, lo maltrataron, lo pegaron y lo amarraron. Yo del susto cerré la puerta, pero pensé en mi marido y abrí voluntariamente. Nuestra casa estaba como una carnicería, llena de sangre. Vinieron entre tres”, señaló la víctima.
Los desconocidos pedían a sus víctimas que entreguen todo el dinero.
“Dos llevaron todas las cosas, mientras el otro me hablaba, me estiraba el pelo y me decía: ‘Si no querés que le toquemos a tu nieto, yo te voy a violar’”, prosiguió la mujer.
Además, narró que, en medio de todo lo que estaba pasando, la mujer empezó a hablarle a su agresor sobre Jesús.
“Yo le hablé de Jesús al señor (a su agresor) y él me miraba, empezó a silenciarse y quedó escuchándome hablar. Él me dijo que ya no podía salir de todo esto. Entendí que si sale de esto lo van a matar. Él se calmó y se quedó sentado”, precisó.
Antes de irse, el hombre le preguntó si le podía perdonar.
“Yo le miré y le dije que sí le podía perdonar. El cayó en sí y vio lo que estaba haciendo. Yo le dije que ya no vuelva a hacer esto, que deje esa vida y me dijo que ya no puede”, expresó.
Los atacantes destrozaron toda la casa a su paso y, en todo momento, pensaron que la familia tenía mucho dinero.
La mujer y su esposo tuvieron que recibir asistencia médica, tras quedar unas cuatro horas como rehenes.
Por otro lado, María señaló que los criminales pidieron que “no hagan la denuncia porque los policías eran sus amigos”.
La mujer no descartó algún tipo de complicidad de la Policía y reclamó al Gobierno la falta de agentes policiales de confianza.
“Quiero que el Gobierno haga su parte, que ponga policías de confianza y que se les pague bien para que no acepten cualquier coima”, acotó.
El pasado 19 de octubre, la Policía detuvo a tres personas que serían integrantes del grupo criminal. Los delincuentes perpetraban sus atracos en la zona hace ya un año y ocho meses.