Vertedero hospitalario de Alder Mendoza incumpliría normativas ambientales
- El relleno sanitario, explotado comercialmente por el médico ovetense, a simple vista, estaría infringiendo normativas ambientales y generando gran riesgo a la salud de la población.
- Una denuncia ciudadana evidenció el procesamiento irregular de residuos bioinfecciosos, cerca de cauce hídrico con un incinerador a menos de 500 metros de una zona densamente poblada.
- Si bien, tanto MADES, como MSP habilitaron el lugar, su gestión de riesgos sería deficiente y una auditoría ambiental de mayo de 2020, nunca fue renovada.
Una denuncia pública, ante medios de comunicación, por parte de pobladores de la zona de calle Itacurubi, Coronel Oviedo, evidenció este jueves 20 de mayo, una aparente comisión de graves delitos ambientales, dado que en la zona funciona una planta de tratamiento de residuos hospitalarios.
PROREPAT se denomina la empresa del Dr. Alder Augusto Mendoza, que ofrece los servicios de “Recolección, transporte, tratamiento y disposición final de residuos bioinfecciosos generados en establecimientos de salud”, tanto a hospitales, clínicas, sanatorios y consultorios médicos, públicos o privados, de todo el país.
Si bien, el mismo contaría con habilitación del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) y licencia habilitante del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), éste aparentemente tendría una auditoría a cuestas, del mes de mayo de 2020, que obligaba a PROREPAT, a renovar la licencia, previas adecuaciones específicas, las cuales habrían sido inobservadas.
La transgresión a las normativas ambientales estarían desde las condiciones de manipulación de los residuos hospitalarios por parte de los operarios, sin los equipos pertinentes, pasando por una inadecuada disposición en fosas o rellenos sanitarios, sin las geomembranas que impermeabilizan las filtraciones a las aguas subterráneas.
Así también, el vertedero se halla instalado en una zona densamente poblada, en medio de un vecindario y muy cerca de cauces hídricos, los olores emanados igualmente son bastante fuertes, sumado a moscas alimañas y otros vectores, que proliferarían, tras la habilitación del local.
La eliminación final de los residuos también estaría siendo tratada de manera deficiente, dado que los residuos que son procesados previamente, antes de ser esterilizados y dispuestos, son arrojados a cielo abierto, transgrediendo las normativas que rigen la materia.
Por otro lado, la caldera de incineración de desechos estaría operando, sin la debida autorización de MADES y el MSP, dado que periódicamente son incinerados los desechos generando gases sumamente fuertes en olor y densidad, de acuerdo a denuncias y evidencias fílmicas y fotográficas.
Incluso la normativa especifica que una caldera de estas características, debe estar operativa en un radio no menor de 500 metros, distantes a zonas pobladas, lo que tampoco, estaría cumpliendo la empresa del Dr. Alder Augusto Mendoza.
