Vecinos construyen un comedor y dan de comer a criaturas humildes
- Con mucho esfuerzo, algunos pobladores de un barrio no solo alimentan, sino también enseñan deportes y juegos a niños y niñas carenciados de un barrio marginal de Caaguazú.
Alrededor de 60 niños y niñas de entre dos y doce años, reciben semanalmente un delicioso almuerzo totalmente gratuíto por parte de un grupo de vecinos voluntarios del barrio Florida de la ciudad de Caaguazú. Esta práctica la iniciaron algunos vecinos hace casi dos años según Rosalino Recalde, presidente de la comisión del comedor para niños.
“La idea nació cuando veníamos los fines de semana a jugar partido aquí en la canchita, y alguien solía colocar una precaria cantina en un extremo del terreno. Al culminar el partido comprabamos panchos y comíamos. Observé a un grupo de niños muy pobres que nos miraban y eso me tocó. Le invitamos panchos y se pusieron muy felices” señaló Rosalino, mas conocido como “”Kili”.
“Al sábado siguiente se duplicó la cantidad de niños que ya esperaban que termine el partido y expectantes en recibir nuevamente panchos”, indicó don Kili.
“Durante varios sábados por varios meses, iba aumentando la cantidad de niños que iban para comer panchos los sábados, hasta que planteé a algunos de los muchachos la idea de habilitar un comedor y darles de comer una rica comida cada fin de semana, varios de ellos aceptaron pero el tema era empezar y continuar y luego de hacer los cálculos vimos que sería algo pesado porque todos somos trabajadores humildes y solventar los gastos de alimentación para mas de 50 criaturas era difícil porque no contamos con recursos” explicó Kili.
La siguiente semana fue habilitado oficialmente el comedor con ayuda de algunos comerciantes del mercado de abasto local y amas de casa voluntarias que hasta hoy hacen el papel de cocineras en el lugar. Fue construido un salón amplio, con el apoyo de la intendente de Repatriación, Bety de Torales, quién donó materiales de construcción, los voluntarios construyeron mesas y taburetes y don Kili, como es herrero construyó un pequeño tinglado para el techo. Fueron también colocados baños y una pequeña cocina. El lugar no es lujoso pero cuenta con las comodidades básicas. El presidente de la comisión dijo que toda donación de alimentos es bienvenida y que también aportes para la ampliación del local para otro salón de 4 metros por seis, serán muy bien recibidas.