Un bebé murió esperando terapia intensiva y gobernador del Guairá se hace de la víctima
- La Unidad de Terapia Intensiva Neonatal (UTI) de Villarrica, inaugurada con gran promoción, no estaba operativa cuando más se la necesitó.
- Un recién nacido murió tras esperar diez horas por una ambulancia para ser trasladado a Asunción.
- La publicación en redes del gobernador César Sosa evidenció su falta de empatía, al preocuparse más por su imagen que por la tragedia.
Horas antes de que un recién nacido muriera por la falta de operatividad de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal del Hospital de Villarrica, el gobernador del Guairá, César Sosa, publicaba en su cuenta de Instagram un mensaje en el que se mostraba desafiante ante las críticas.
“Si por esto van a tirarme piedras, que sigan tirándome! Porque cuando el resultado es salvar vidas, vale la pena cada esfuerzo, cada lucha, cada obstáculo. Nada de esto sería posible sin el trabajo incansable de tanta gente que da todo por nuestro querido Guairá. Hoy más que nunca siento que estamos en el camino correcto”, escribió el gobernador.
Sin embargo, la realidad demostraría lo contrario. La UTI, que había sido anunciada con bombos y platillos, no funcionaba cuando más se la necesitó. No había ambulancias disponibles para trasladar al bebé a Asunción, y la espera de diez horas resultó fatal.
Lejos de asumir responsabilidad o expresar empatía con la familia afectada, el gobernador respondió victimizándose y presentando las denuncias como un “ataque personal” contra su gestión.
El caso generó indignación en el ámbito médico y político, al punto de que el Círculo de Médicos del Paraguay exigió la renuncia de la ministra de Salud, María Teresa Barán.
La precariedad del sistema de salud quedó en evidencia nuevamente, y las preguntas sin respuesta siguen acumulándose. Mientras la familia de la víctima enfrenta un dolor irreparable, la ciudadanía espera que sus autoridades dejen de lado la propaganda y se concentren en garantizar servicios de salud reales y operativos.
