Testigos confirmaron que muerte de anestesista fue un accidente
- Luego de ocho meses de intensos días y noches de residencia para ser anestesiólogo, estaba a punto de llegar al final del camino y no solo eso, era el número uno.
- La felicidad no cabía entera en el cuerpo de Fernando Nicolás González Ferreira.
- Era el mejor de su promoción y el martes sería su colación.
“Hoy (por el sábado) tenía que venir a Villarrica. Nos pidió ayuda para hacer su discurso del martes, para su colación como mejor egresado”, expresó lleno de dolor su hermano, Jesús David.
Contó que su hermano estaba demasiado contento porque le había tocado el día libre en la previa del día más importante de su vida, negando así que hubiera recibido “guardias de castigo”.
Cerca de las 13:30 del viernes un informe preliminar de la Comisaría 12 Metro daba cuenta de un supuesto caso de suicidio en el Hospital Central del IPS y la víctima era Fernando.
Enseguida los rumores supuestamente provenientes de funcionarios, enfermeros y médicos del lugar que aseguraban que Fernando había tomado la drástica determinación luego de haber recibido como castigo guardias hasta el último día de este año y que venía realizándolas sin descanso ya desde hacía varios días.
Pero Jesús afirmó que su hermano era un muchacho con tanta alegría, que no sería capaz de sacarse la vida.
“Mi hermano era un chico 10 que murió un 10 de diciembre. Jamás huyó de sus objetivos. Era muy alegre y esa alegría que tenía le llevó a tener millones de amigos de todas las edades”, aseguró su pariente.
Fernando luchó varios minutos en terapia intensiva, donde los médicos hicieron todo lo que pudieron para intentar salvarle la vida.
Su deceso se dio poco después de las 13:30 y rápidamente el hospital Central se llenó de policías de Criminalística, Homicidios y agentes de la Fiscalía barrial 7 de Asunción.
“Hablamos con una persona que vio todo, fue un accidente”, aseguró Jesús David.
En efecto, el asistente fiscal Rodrigo Giandinotto conversó con varios testigos que estaban cerca de Fernando al momento en que ocurrió todo.
La cantinera relató que llegó a ver que estaba hablando por teléfono y de repente se resbaló, no pudo sostenerse. Fue ahí que cayó al vacío.
Además de ella había otros médicos que confirmaron esta situación.
El triste episodio dejó consternada a la comunidad villarriqueña, de donde Fernando era oriundo.
A finales de abril pasado, como egresado de la carrera de Medicina en la Universidad Católica de Guairá, Fernando rindió un examen donde compitió con otros 1.115 jóvenes médicos para acceder a la residencia en anestesiología. Salió victorioso de la prueba y se llevó el puesto 18.