Tabesa y el quiebre económico tras la alianza Abdo-Ostfield
- El Estado paraguayo dejó de percibir más de USD 30 millones en tres años por las sanciones impuestas a Tabesa.
- La caída no solo afecta al fisco, sino también a miles de familias vinculadas a la cadena logística de la empresa.
- José Ortiz responsabiliza directamente a Mario Abdo Benítez y denuncia un trasfondo político y personal en las medidas impulsadas por la Ofac.

La caída en los aportes económicos de Tabacalera del Este S.A. (Tabesa) al Estado paraguayo es tan notoria como preocupante. En solo tres años, el monto transferido al fisco pasó de USD 40,6 millones en 2022 a USD 7,3 millones en 2024, según un informe de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT). Esta reducción coincide con la ofensiva diplomática y económica iniciada por Marc Ostfield, entonces embajador de Estados Unidos en Paraguay, y apoyada por el expresidente Mario Abdo Benítez.
El informe de la DNIT evidencia un claro antes y después en el volumen de aportes de la tabacalera. En 2023, tras el anuncio de las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac), el monto se redujo a USD 26,3 millones, y para 2024, con la ratificación de las sanciones, el número se desplomó aún más. La diferencia de más de USD 33 millones en ingresos fiscales afecta directamente al presupuesto nacional y, por consiguiente, a la inversión pública.
Pero el impacto va mucho más allá de los números. “Para pagar 40 millones de dólares (al fisco), dentro de ese valor, dentro de ese giro económico, tenés que vender mucho más. Dentro de eso hay un montón de proveedores, logística, prestadores de servicios, todos ellos perdieron negocios”, explicó José Ortiz, directivo de Tabesa, durante una entrevista con el programa La Caja Negra.

La cadena afectada incluye transporte, alimentación, aportes al Instituto de Previsión Social (IPS), y sobre todo, la estabilidad de miles de empleos. “Esto no se trata de Horacio Cartes o de José Ortiz, pues ambos seguirán sosteniéndose económicamente, pero el principal problema es para los empleados directos y toda la cadena logística detrás de la fábrica”, recalcó el directivo.
En un tono más crítico, Ortiz señaló la responsabilidad política de las decisiones que llevaron a este escenario. “Tan cretino es Mario Abdo Benítez que no tenía ningún problema con que ocurrieran todas estas cosas. Hay que definirlo con dos palabras: es una mala persona”, expresó sin rodeos.
Parte de este conflicto se remonta a un documento interno firmado por el exembajador Marc Ostfield, donde califica a Mario Abdo Benítez como “su aliado” y lo defiende pese a las denuncias por enriquecimiento ilícito durante su administración, especialmente en el rubro del asfalto. En contraste, solicita sanciones contra Cartes utilizando un lenguaje que, a juicio de muchos, responde más a motivaciones personales que institucionales.
El caso Tabesa no solo refleja las tensiones políticas internas y externas, sino también las consecuencias concretas que pueden tener las disputas diplomáticas en la economía real de un país: menos ingresos fiscales, más desempleo y una cadena logística desmembrada.
