Santiago la “Casa de Indios” al borde del colapso
- La histórica “Casa de Indios” de Santiago, Misiones, fue declarada en emergencia patrimonial por la Junta Municipal ante el grave deterioro de su estructura, construida durante las reducciones jesuíticas del siglo XVIII.
- Las lluvias que se registran en la zona podrían acelerar el derrumbe de esta valiosa reliquia cultural, que se encuentra en estado crítico por años de abandono y falta de restauración.
- A la situación crítica de la “Casa de Indios” se suma la destrucción de los restos del antiguo templo de Santiago Apóstol, cuyos últimos fragmentos se desmoronan sin respuesta efectiva del Estado

Bajo el cielo nublado que amenaza con nuevas lluvias, la “Casa de Indios” de Santiago, una joya arquitectónica del siglo XVIII, se tambalea en su lucha contra el tiempo. El deterioro progresivo de sus muros de adobe y tejuelas llevó a la Junta Municipal a declarar el inmueble en emergencia patrimonial, encendiendo una alarma que ya no puede seguir siendo ignorada.
Ubicada estratégicamente en la calle 14 de Mayo, a escasos metros de la plaza central y de la sede municipal, esta reliquia fue levantada entre 1700 y 1757 como parte del sistema de reducciones jesuíticas. Su objetivo inicial fue servir de vivienda a los indígenas de la zona, en un tiempo donde la vida cotidiana y la espiritualidad se entrelazaban bajo la tutela de los jesuitas. Hoy, sobrevive como uno de los pocos testigos en pie de esa época en todo el país.
Los vecinos de Santiago la miran con pesar. Con cada lluvia, con cada día de abandono, la estructura se inclina un poco más hacia su destino fatal. “Es doloroso verla así, sabiendo lo que representa para nuestra identidad”, comenta una vecina, mientras observa las grietas que cruzan como cicatrices las paredes envejecidas.

La Resolución Nº 40/2025, emitida por la Junta Municipal, insta al intendente Melchor Medina (ANR) a tomar acciones inmediatas para evitar el colapso. No se trata solo de una casa vieja: es el legado de una comunidad, de un pasado que resiste en silencio. La resolución exige la coordinación con la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y con organizaciones civiles especializadas en conservación, para diseñar e implementar un plan integral de restauración y puesta en valor del edificio.
Pero no es solo la Casa de Indios la que agoniza. A pocas cuadras, los restos de las ruinas del antiguo templo de Santiago Apóstol, hechas también de adobe, se desvanecen lentamente. De cinco muñones que señalaban su existencia, hoy apenas quedan dos en pie. La pérdida de tres en solo cinco años es testimonio del olvido institucional que pesa sobre este patrimonio común.

La comunidad santiagueña ha elevado su voz en varias ocasiones, pero hasta ahora, las respuestas fueron escasas y lentas. La falta de apoyo técnico y recursos convirtió la defensa de este legado en una batalla desigual entre la historia y el olvido.
“Cada ladrillo que se cae es una parte de nosotros que se pierde”, dice un artesano local que durante años participó en actividades culturales frente a la histórica edificación. “Ya no se trata solo de conservar piedras o paredes, sino de sostener lo que somos”.
Con las lluvias amenazando, el tiempo se agota. Santiago clama por su historia, por su dignidad, por no ver caer lo poco que queda de un pasado que merece ser contado,