‘Rusia puede ser derrotada’: Ucrania insiste en que puede ganar la guerra, pero Occidente exige ver resultados
- KIEV — Hace apenas unas semanas, el ejército ucraniano estaba siendo golpeado implacablemente en el este, al sufrir numerosas bajas a medida que cedía terreno ante el avance ruso.
- Parecía que el apoyo occidental se estaba debilitando, en medio del escepticismo ante la posibilidad de que Ucrania pudiera ganar una guerra de desgaste o de que la afluencia de armas sofisticadas cambiaría el rumbo del conflicto.
- A pesar de todo, el mensaje de los ucranianos para el mundo no cambió: “Podemos ganar, nuestra estrategia está funcionando, aunque lentamente. Solo sigan enviándonos las armas”.
Todavía nadie sabe si Ucrania vencerá al ejército ruso invasor que es más numeroso y cuenta con un armamento superior, o incluso cómo sería la victoria.
Y las súplicas por armas de Ucrania se han convertido en una cantinela tan constante que algunos en Occidente las han ignorado, pues las tratan como un ruido de fondo poco realista.
Pero esta semana, mientras los militares ucranianos empleaban nuevos sistemas de cohetes de largo alcance para destruir la infraestructura rusa, Ucrania está tratando de demostrarle al mundo que puede derrotar a los rusos. Y está señalando las pruebas.
Según los funcionarios, el ataque reciente en la ciudad de Nueva Kajovka, en el río Dniéper del sur de Ucrania, en el que los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS, por su sigla en inglés), suministrados por Occidente, impactaron un depósito de municiones ruso e hicieron que las municiones brillantes salieran volando por todos lados, algo así como un espectáculo letal de fuegos artificiales, es prueba de esto.
Hace varios días, una descarga de artillería ucraniana impactó un puente importante ubicado en el río Dniéper que era un punto de cruce vital para los suministros rusos.
Los analistas dicen que el ataque marca el comienzo de una contraofensiva en el sur con miras a recuperar Jersón, una ciudad importante.
“No hay dudas de que Rusia puede ser derrotada, y Ucrania ya ha demostrado cómo”, dijo el martes 19 de julio el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Réznikov, en un discurso ante el Consejo Atlántico.
La primera dama ucraniana, Olena Zelenska, llevó el mensaje personalmente a Washington al día siguiente, durante una participación inusual ante el Congreso.
Pidió más armas y dijo que Rusia estaba “destruyendo” su país. A pesar del renovado optimismo de los ucranianos, analistas militares y funcionarios occidentales dicen que es demasiado pronto para pronosticar un cambio en el futuro y es probable que todavía quede mucho trabajo por hacer.
Advierten sobre el peligro de poner demasiadas esperanzas en armas particulares en medio del caos y la fluidez de un frente de batalla que serpentea cientos de kilómetros desde Járkov, en el norte, hasta Nicolaev en el sur. “Ahora estamos logrando lo que no hemos logrado antes”, dijo Taras Chmut, director de un grupo no gubernamental que ayuda a los soldados ucranianos. “Pero no hubo progreso en el frente. No hay una panacea, ni una varita mágica, que conduzca a la victoria en el futuro”.
Sin embargo, altos funcionarios de seguridad ucranianos proyectaron una visión optimista esta semana en Kiev.
“Cuanto más rápido sea el suministro de armas por parte de nuestros aliados, más rápido terminaremos esta guerra”, dijo Oleksiy Danilov, jefe del consejo de seguridad nacional de Ucrania, quien aseguró que su país no tiene intención de ceder territorio en un acuerdo negociado, como han sugerido algunos en Occidente.
“Esto es solo una cuestión de quién le gana a quién”. El 20 de julio, Ucrania recibió la confirmación de Estados Unidos sobre su estrategia, cuando el Pentágono se comprometió a suministrar cuatro lanzacohetes HIMARS más y otras armas potentes, incluidos dos sistemas de defensa aérea tipo NASAMS para ayudar a Ucrania a protegerse contra los ataques con misiles. Y el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, ofreció una evaluación más optimista de las posibilidades de Ucrania.