Récord histórico en la venta de antidepresivos en Rusia en pleno conflicto
- El consumo de antidepresivos en Rusia alcanzó cifras récord en los primeros meses de 2025, superando los niveles registrados incluso en los años previos a la guerra en Ucrania.
- El crecimiento sostenido en las ventas refleja una sociedad marcada por el estrés, la incertidumbre y el impacto psicológico del conflicto bélico.
- Algunos medicamentos ya comenzaron a escasear en las farmacias rusas, mientras los expertos advierten sobre una crisis silenciosa de salud mental.
En los primeros dos meses de 2025, los rusos compraron 3,2 millones de cajas de antidepresivos, marcando un nuevo récord en los últimos cinco años, según datos publicados por el diario económico Védomosti. El incremento representa un 15% más respecto al mismo período de 2024, y evidencia un patrón creciente en el consumo de medicamentos para tratar la salud mental en el país.
Este fenómeno no es aislado. En 2023, las ventas durante los meses de enero y febrero se situaron en 2 millones de cajas, mientras que en 2021, antes del estallido del conflicto en Ucrania, apenas llegaban a 1,3 millones.
El aumento sostenido se ha mantenido incluso frente al incremento del 1% en los precios, superando la inflación media anual, lo cual demuestra que la demanda no cede.
El repunte más abrupto tuvo lugar en marzo de 2022, pocos días después del inicio de la guerra. Entre el 28 de febrero y el 6 de marzo, las ventas de antidepresivos se cuadruplicaron en todo el país. Desde entonces, la curva no ha hecho más que subir.
Según la Agencia de Iniciativas Estratégicas, a finales de 2023 se estimaba que 15 millones de personas en Rusia sufrían algún grado de depresión. Esta cifra representa más del 10% de la población total del país.
El impacto también se refleja en las farmacias, donde algunos fármacos ya comenzaron a escasear. Tal es el caso de las pastillas Zoloft, del laboratorio Viatris, cuya disponibilidad ha disminuido considerablemente ante la alta demanda.
Aunque no se han difundido declaraciones oficiales recientes, especialistas en salud mental han advertido que “el conflicto ha generado un entorno emocional de alto desgaste, donde el consumo de antidepresivos es solo una manifestación del malestar generalizado”.
La tendencia parece lejos de revertirse, mientras millones de ciudadanos encuentran en los medicamentos la única vía de escape frente a un contexto que continúa tensando el ánimo colectivo.
