Quitar el foco del verdadero problema es un despropósito

Pasaron varios días desde que el nepotismo fue denunciado en el Congreso Nacional y trajo sus primeras consecuencias. No podemos decir aun que es una consecuencia positiva, pero al menos, van quedando al desnudo a través de las evidencias demostradas y confirmando que una parte de la clase política utiliza los recursos del Estado para beneficio de unos grupos segmentados en clanes familiares.

Por: Cristian Bianciotto – @CrisBianSan
Director de OviedoPress

Cuando el presidente del Congreso Nacional, Silvio Ovelar, en el afán de justificar la contratación de su hijo, Alejandro, como funcionario de la Cámara de Diputados, trató de “mediocres” a maestros del interior del país afirmando que su hijo es un “brillante”, comparado con egresados de colegios públicos “del fondo”, haciendo referencia a los de la  comunidad de Tembiaporä; quiso desviar al problema real el cual es “uso indebido de los recursos públicos en contrataciones de parientes y amigos en la función pública”, lo que constituye nepotismo y tráfico de influencia.

Es verdad que la educación pública en el Paraguay tiene varios déficits, en infraestructura en calidad académica, en la provisión de alimento escolar, en acceso a la conectividad y, en general, la baja inversión en educación que prevé cada año el Presupuesto General de Gastos de la Nación.

Ese bajo presupuesto es a consecuencia de que, gran parte del dinero del Estado, es decir de los contribuyentes, es destinado para financiar el acomodo de hijos, sobrinos, esposas, novias, amantes y amigos de quienes accedieron al poder.

Uno puede ser muy ágil en exponer las debilidades del sistema educativo y sus consecuencias para los egresados y hablar de mediocridad de docentes. Pero en el análisis se debe incluir los motivos de una educación que califica en los últimos puestos en evaluaciones de calidad.

En su análisis de la calidad educativa, señor Silvio Beto Ovelar, usted omitió decir que el bajo presupuesto dedicado a la educación es porque, tanto usted como varios colegas suyos, tienes a decenas de recomendados y parientes mamando de la teta del Estado con millonarias erogaciones mensuales que bien podrían ser destinadas al mejoramiento del sistema de educación pública en el Paraguay.

El análisis de la realidad educativa que se intentó introducir en el debate, es un despropósito. Fue solo para dejar de hablar del verdadero problema: la corrupción y el nepotismo.