¿Qué tienen en común Aye Alfonso y Horacio Cartes?
Si, como yo, googleás “Horacio Cartes cantando”, te va a salir un video del presidente del Partido Colorado coreando “con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley…”, en compañía de Emanuela López, vocalista del grupo oasis de Villarrica. Pero no, la habilidad para el canto no es el punto que comparten porque ndaha’éi la i’pu porãmbáva pe karai.
Para llegar a lo que estamos buscando, debemos escudriñar en dos países: Argentina y Estados Unidos. Mejor dicho, en la manera en que ciudadanos de estas dos naciones se refirieron al político y a la cantante.
Ambos fueron ofendidos, según sus fanáticos, él de significativamente corrupto por un estadounidense, ella de hacerse la boluda por una argentina. Maerã voípa? Los seguidores de ambos se levantaron y se hicieron sentir. Los dos ganaron, las elecciones y el concurso, respectivamente.
Son situaciones muy reveladoras que conviene analizar por la vital importancia que cobran la identidad y el sentido de pertenencia a la hora de movilizar a los paraguayos, porque ahí es donde radica el punto de cohesión, esencial para cualquier cantante o candidato, como en este caso, para alcanzar el objetivo que se proponen.
Muchas voces afirman que el paraguayo es sumiso, porque se confunde sumisión con ñembotavy. Cuando algo le es indiferente, el paraguayo es un experto en hacerse el ñembotavy, pero ay de vos si le llegás a tocar el orgullo, porque te va a tumbar de un puñetazo para terminar dedicándote la serenata de la victoria que heredó de Emiliano: ndaha’éi voínte rojalabaséva noroikotevêi ñererõchîchî.
