Puede ser una mezcla explosiva el consumo de energizante y alcohol
- El consumo en exceso de la mezcla de estas bebidas puede producir desde hipertensión arterial hasta un infarto en el miocardio y derrame cerebral.
Las bebidas energizantes contienen alto porcentaje de cafeína y aporta tres cuartas partes de lo permitido en un día y su consumo en exceso mezclado además con otras sustancias como el alcohol pueden tener consecuencias graves como infartos en el miocardio o accidente cerebrovascular. Según informó el medio digital hoy.com.py.
Esta bebidas también pueden ocasionar hipertensión arterial, taquicardia, además de problemas renales y por su alto contenido de azúcares no es apta para las personas con diabetes, explicó la Doctora Carolina Vázquez, especialista del Departamento de Nefrología Adultos del Hospital de Clínicas.
“Lo ideal es evitar su consumo o hacerlo en forma reducida, ya que poseen mucha azúcar y esto al ser considerada una sustancia osmótica favorece también a la deshidratación del cuerpo”, agregó la profesional.
Con respecto a la automedicación, la profesional afirmó que fármacos como ciertos analgésicos son de venta libre y por lo general son considerados inofensivo sin embargo, su consumo en exceso puede ocasionar episodios de insuficiencia renal en aquella personas con ciertos tipos de patologías.
También existen sustancias nefrotóxicas al hablar de los antibióticos u otros medicamentos que pueden debilitar el filtrado glomerular a nivel renal por ello, no es bueno automedicarse.
Existen también sustancias nefrotóxicas al hablar de los antibióticos u otros fármacos que pueden debilitar el filtrado glomerular al nivel renal, por ello no es bueno automedicarse.
Señales de alarma
Entre los signos de alarma de una posible afección se deben tener en cuenta los edemas, la aparición de una hipertensión arterial no controlada, espuma en la orina, sangre al nivel de la orina, mal gusto en la boca, aumento de la urea en el organismo, entre otros.
Para evitar complicaciones, la especialista destacó la importancia de los chequeos clínicos, como el examen laboratorial de rutina, midiendo la urea y creatinina.
