Publicidad engañosa en Facebook lleva a ciberestafa a través de Telegram
- Una mujer denunció haber sido víctima de una estafa iniciada por una publicación patrocinada en Facebook, que ofrecía una supuesta inversión rentable.
- La promesa de recibir G. 10.000.000 a cambio de G. 250.000 fue solo el inicio de una maniobra que incluía perfiles falsos y cuentas bancarias locales.
- Con su testimonio, advierte sobre el uso de redes sociales y bancos reales para engañar a víctimas desprevenidas.

Carmen (nombre ficticio) pensó que había encontrado una oportunidad única cuando se topó con una publicación en Facebook que ofrecía una atractiva propuesta de inversión. El anuncio afirmaba que, transfiriendo G. 250.000, cualquier persona podía recibir G. 10.000.000, con la única condición de depositar posteriormente el 10% del monto a una cuenta “principal”. “¡Wow, tiene que ser verdad!”, fue la reacción que compartió tras ver la publicidad en la red social.
La publicación la redirigía a un canal de Telegram, donde el supuesto inversionista ofrecía detalles del proceso. Tras enviar el monto inicial, Carmen recibió un nuevo pedido: debía transferir G. 1.000.000 adicionales para acceder a la supuesta ganancia. “Más todavía creí porque había testimonios de personas paraguayas que supuestamente recibieron la suma de G. 10.000.000 en sus cuentas bancarias”, contó en una entrevista.
A pesar de haber hecho la primera transferencia, la víctima comenzó a sospechar y decidió investigar más a fondo. Descubrió que el perfil del estafador parecía ser de nacionalidad rusa, y estaba adornado con imágenes manipuladas junto al presidente Santiago Peña y logos de instituciones como el Ministerio de Economía, el Banco Nacional de Fomento y el Banco Central del Paraguay.

Parte del modus operandi incluía la solicitud de datos personales y un código IBAN (International Bank Account Number), usado habitualmente en Europa para transferencias internacionales. La estafa también prometía acceso a un supuesto “bot” generador de dinero, que requería una operación semanal para funcionar. Las cuentas a las que debía transferir el dinero estaban registradas en los bancos Basa e Interfisa.
“Capaz me digan que soy una tonta, pero es nada más para atender. Te piden poco para darte mucho. Las modalidades de estafa están por todos lados. Esta es la que más te tiene que llamar la atención”, concluyó, decidida a contar su historia para alertar a otras personas.
Las redes sociales, especialmente Facebook, se han convertido en un terreno fértil para nuevas formas de cibercrimen, camufladas como oportunidades milagrosas. La falta de regulación, el uso de nombres de instituciones reconocidas y la urgencia emocional con la que se presentan estas “inversiones” terminan siendo los anzuelos perfectos para captar víctimas.