¡Protejamos nuestros ojos! El humo en el ambiente puede dañarlos
- El humo en el ambiente, cargado de partículas nocivas, puede causar daños en los ojos como conjuntivitis y sequedad ocular, afectando especialmente a personas con afecciones preexistentes.
- El Ministerio de Salud Pública recomienda medidas preventivas para evitar complicaciones graves como queratitis o quemaduras en la córnea.
- Para prevenir daños oculares, el Programa Nacional de Salud Ocular sugiere evitar la exposición al humo, utilizar lentes de protección, y aplicar lágrimas artificiales para mantener los ojos hidratados. También se aconseja evitar la automedicación y consultar a un médico si las molestias persisten.
El humo en el ambiente no solo afecta la calidad del aire que respiramos, sino que también puede ser perjudicial para la salud ocular. Según el Programa Nacional de Salud Ocular del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, el humo contiene partículas nocivas que pueden causar diversas afecciones en los ojos, desde conjuntivitis hasta daños graves en la córnea.
La conjuntiva, una fina capa que protege los ojos, puede deteriorarse por la exposición al humo, provocando conjuntivitis, una inflamación que genera molestias como picazón, ardor, irritación ocular o periocular, lagrimeo, sensación de cuerpo extraño, hinchazón de párpados y secreciones mucosas. Además, la sequedad ocular es otra consecuencia común de la exposición al humo, especialmente en personas con afecciones oculares preexistentes. En los casos más graves, la exposición al humo puede causar daños en la córnea (queratitis) e incluso quemaduras, si hay contacto directo con zonas de fuego.
Ante estos riesgos, el Programa Nacional de Salud Ocular recomienda las siguientes medidas para proteger los ojos del humo:
Evitar la exposición al humo: Si es posible, limitar al mínimo el tiempo al aire libre en ambientes contaminados, especialmente si se tiene una afección ocular como conjuntivitis alérgica u ojo seco.
Usar lentes de protección o de sol: En caso de participar en tareas de extinción de incendios, se deben utilizar lentes de protección para evitar el contacto directo de las partículas nocivas con los ojos.
Lavarse los ojos con agua: En situaciones de exposición directa al humo o en zonas de incendio, es importante enjuagar los ojos con agua limpia.
Aplicar compresas frías: Colocar compresas frías sobre los ojos cerrados ayuda a aliviar el ardor y la inflamación.
Evitar el uso de lentes de contacto: No usar lentes de contacto en áreas donde el humo es intenso, ya que pueden agravar las molestias.
No frotarse los ojos: Frotar los ojos puede empeorar la irritación, por lo que se debe evitar hacerlo.
Utilizar lágrimas artificiales: Mantener los ojos hidratados con lágrimas artificiales ayuda a eliminar las partículas nocivas.
Usar colirios descongestivos: Los colirios sin corticoides pueden ser utilizados por periodos cortos, siempre bajo recomendación médica.
Consultar a un médico: Si las molestias persisten, es importante acudir a la consulta médica.
Evitar la automedicación: Solo las lágrimas artificiales, que son de venta libre, son recomendadas sin prescripción médica.
Es fundamental seguir estas recomendaciones para proteger la salud ocular en situaciones de exposición al humo, especialmente ante la ocurrencia de incendios o ambientes contaminados. Mantener los ojos limpios e hidratados y limitar la exposición al humo son acciones clave para evitar daños graves.