Privilegios para hijos de políticos, pero faltan terapias intensivas
- Hijos y parientes de políticos acceden a cargos públicos con salarios millonarios mientras hospitales carecen de terapia intensiva, cobrando vidas inocentes como la del bebé fallecido en Villarrica.
- La falta de inversión en infraestructura hospitalaria contrasta con los privilegios de la clase política, que sigue colocando a sus allegados en cargos públicos mientras pacientes mueren por falta de atención adecuada.
- Aunque algunos minimizan el impacto económico, la ciudadanía repudia la soberbia y el abuso de poder que perpetúan desigualdades, afectando a miles de jóvenes sin conexiones políticas.

Mientras la falta de infraestructura sanitaria cobra vidas, un nuevo informe revela cómo el nepotismo sigue campante en las instituciones públicas del país. La muerte reciente de un bebé en Villarrica, por la ausencia de una unidad de terapia intensiva (UTI), puso en evidencia las “fallas en todos los niveles”, según reconocieron las propias autoridades. Sin embargo, mientras miles de compatriotas sufren las consecuencias de un sistema de salud colapsado, hijos y familiares de políticos acceden a cargos estatales con sueldos millonarios.
Un sondeo realizado por este medio revela que la mitad de los 80 diputados y 45 senadores tienen parientes contratados en entes públicos sin concurso previo. Entre los casos más llamativos se encuentran la hija del vicepresidente de la República, Pedro Alliana, y la sobrina política del titular del Senado, Basilio “Bachi” Núñez (ANR, HC), quienes perciben salarios de entre G. 9 y G. 20 millones mensuales.

Pese al constante escrutinio público y mediático, la práctica permanece impune. En raras ocasiones los beneficiarios se ven obligados a renunciar o enfrentar la justicia, y cuando ocurre, suelen beneficiarse de salidas alternativas como multas o donativos.
La normativa vigente, modificada por sectores oficialistas, solo considera nepotismo si el político firma directamente la contratación y si existe un grado de consanguinidad cercano, lo que deja la puerta abierta a múltiples nombramientos indirectos.
Desde la oposición denuncian que estos privilegios, además de desangrar al Estado, perpetúan un sistema desigual, donde el mérito y la competencia quedan relegados. La falta de inversión en salud es una muestra tangible: mientras se derrochan fondos en privilegios, hospitales como el de Villarrica —inaugurado recientemente por el presidente Santiago Peña — carecen de insumos y personal capacitado, obligando a médicos a afrontar solos la crisis y cargando sobre ellos la responsabilidad de tragedias evitables.
