¿Por qué las mujeres vuelven con sus agresores?
- La violencia de género causa gran dolor, y cada vez más, por sus secuelas e incluso desenlaces trágicos, expresó la Lic. en psicología, Felisa Álvarez.
- Uno de los asuntos que más desorienta con respecto a la violencia de género es la razón por la cual las mujeres víctimas se mantienen en relaciones de abuso y maltrato.
- No logramos ponernos en su lugar, y pensamos que si estuviéramos en su misma situación, saldríamos corriendo de ellas. ¿Por qué no es así?.
La Lic. en psicología, Felisa Álvarez, presidenta de la Sociedad Ovetense de Psicología (SOP), en contacto con OviedoPress, expresó que no todas las mujeres golpeadas actúan de una misma forma, dentro del perfil de las víctimas de violencia aparece un rasgo muy característico al neurotisismo o inestabilidad emocional, es aquella persona que tiene muy poca tolerancia a la frustración y llega a actuar de manera impulsiva inestable e insegura, tasas elevadas de ansiedad, estado continuo de preocupación y tensión, con tendencia a la culpabilidad, las mujeres golpeadas muy neuróticas generalmente tienen baja autoestima, inseguridad, tiene baja estabilidad emocional, y también esto lo lleva a actuar de manera impulsiva y esta actuación impulsiva muchas veces lo lleva a la tendencia de culpabilidad, se siente como responsable o culpable de la situación, un rasgo psicológico. Este rasgo psicológico es tratable.
El desenlace que tiende a darse, es una relación en donde es violentada y no puede despegarse de su agresor, es muy peligrosa ya que estar en una relación para una persona violentada es como es una necesidad, es algo que le impulsa, es un vacío, es algo que necesita llenar, se apega mucho a lo que le está matando, perjudicando, ahogando, por eso es bastante peligroso, porque muchas veces uno no se da cuenta,; “es como tocar el fuego y no sentir que te estas quemando”, es como que se le nubla la razón, la necesidad que tiene la victima a seguir en la relación.
El hombre también puede tener una historia personal, el agresor puede ser una persona impulsiva, que sea consumidor de sustancias ya sea alcohol o drogas, conducta delictiva, muchas veces llegan a tener dificultades en las habilidades sociales no tiene capacidad para manejar sus emociones, sus celos, ira, también hay mucho en la historia de la exposición a la agresión en la familia del agresor, muchas veces la forma en la que las personas encaran una situación, es algo aprendido.
El ciclo de la violencia
A continuación, describiremos las fases más importantes de este ciclo:
1. Fase de acumulación de tensión:
En esta fase, se van sumando críticas, celos, necesidad de control y posesividad por parte del agresor. La tensión aumenta en la medida en que se sume cualquier conducta que vaya en contra de los deseos del agresor; lo anterior, hará que los cambios de humor del maltratador sean cada vez más imprevisibles y la hostilidad más grande (sobre todo en términos psicológicos). Dicha fase puede durar desde días hasta años.
2. Fase de explosión o de agresión:
En esta fase, es cuando se da inicio a la violencia física y/o sexual. Aquí la violencia estalla con gran intensidad, brutalidad y hostilidad, de manera descontrolada. Dicha fase es la más corta (entre minutos y horas). Es normalmente en esta fase es cuando las mujeres piden ayuda; sin embargo, esto no siempre se concretarse debido a la fase de arrepentimiento.
3. Fase de arrepentimiento o luna de miel:
En esta fase, el agresor se muestra arrepentido de lo realizado anteriormente. La violencia y la tensión desaparecen totalmente y surgen promesas de que “lo ocurrido no volverá a pasar”.
La mujer agredida y entrampada en este ciclo de violencia suele escuchar al agresor, perdonarlo y creer que el amor podrá modificar la situación. Sin embargo, esta fase acaba con la cotidianeidad y el ciclo vuelve a comenzar. Es debido a esta fase que una mujer maltratada suele regresar con su maltratador y re iniciar el ciclo de violencia.
El ciclo descrito no suele detenerse por sí sólo; una vez que se inicia y se desencadena por primera vez la fase de explosión, todas las fases sucesivas crecen y crecen en intensidad y cada vez son menores los momentos de arrepentimiento y reconciliación.
Es por ello que la recomendación es aceptar que existe una situación de violencia (evitar el autoengaño), que se está entrampado en este ciclo, que sería útil pedir ayuda y alejarse del agresor y que es indispensable la ayuda de un profesional.