Departamento de Caaguazú: ¿Pueden los pequeños productores satisfacer la demanda de huevos?
- La producción de huevos enfrenta un desafío ante el aumento de costos y las temperaturas extremas. Un programa de la Gobernación de Caaguazú busca fortalecer la autonomía de las familias productoras.
- Con un acompañamiento técnico y la entrega de insumos, productores rurales ven en la avicultura una oportunidad de renta y autoabastecimiento.
- El precio del huevo ha escalado hasta convertirse en un artículo de lujo en Paraguay.

La escasez del producto, sumada a los altos costos de producción y las olas de calor extremo, ha impactado en la producción avícola. Para mitigar estos efectos, la Gobernación de Caaguazú, liderada por Marcelo Soto, ha implementado un programa de entrega de pollos de doble propósito con el objetivo de fortalecer la economía familiar en el departamento.
El secretario departamental de Agricultura, Pedro Rojas, explicó en una entrevista con Hablando Claro de Oviedo Press Multimedios que “el costo de producción de los huevos se ha incrementado debido a la alimentación balanceada que requieren las ponedoras, basada en cereales, aceites vegetales, vitaminas y minerales, cuyos precios también han subido“. Además, destacó que “las temperaturas elevadas han provocado que las aves reduzcan su producción de cinco o seis huevos semanales a solo dos o tres“.

Sin embargo, el programa avícola de la Gobernación ha logrado resultados positivos. Rojas detalló que “los pollos de doble propósito comienzan a poner huevos a partir de las 18 semanas si reciben la alimentación adecuada, logrando una producción de cinco a seis huevos por semana“. Los beneficiarios han logrado no solo el autoabastecimiento sino también generar ingresos mediante la venta del excedente. “Quienes recibieron 30 aves pueden obtener hasta 150 huevos semanales, lo que representa 12 a 13 docenas que pueden venderse en ferias y comercios“.
El acompañamiento técnico es clave para el éxito del programa. “No se trata solo de entregar las aves, sino de capacitar a los productores en el manejo de la alimentación, el uso de antibióticos y antiparasitarios, así como en la infraestructura necesaria para la crianza“, sostuvo Rojas. Además, mencionó que el Gobierno Departamental está trabajando en la entrega de insumos tecnológicos como mulchín, cintas de riego y fertilizantes para fortalecer la horticultura, complementando la avicultura con la producción de huertas familiares.
En la antesala de la Semana Santa, el aumento en la producción de huevos es una buena noticia. “Hace unas semanas, los productores registraban una disminución drástica, pero con la llegada del otoño y la baja de temperaturas, la producción ha vuelto a estabilizarse, pasando de dos a cinco huevos por ave al día“, explicó Rojas. La expectativa es que para la festividad haya una oferta suficiente que ayude a contener el precio del producto.
Sin embargo, el desafío del manejo post-cosecha sigue latente. “El huevo necesita una conservación adecuada para prolongar su vida útil. La exposición a temperaturas elevadas acelera su deterioro, por lo que se recomienda almacenarlo en condiciones óptimas“, señaló el funcionario. Además, hizo hincapié en que la calidad del huevo también depende de la alimentación de las aves, ya que “una dieta deficiente en calcio y proteínas puede afectar la consistencia de la yema y la clara“.
Con un enfoque en la tecnologización de la agricultura familiar, el Gobierno Departamental apuesta a que la incorporación de sistemas de riego, invernaderos y semillas resistentes ayude a frenar el desarraigo juvenil del campo. “Hoy en día producir a cielo abierto es casi imposible, por lo que debemos adoptar tecnologías para garantizar la rentabilidad de la producción rural“, subrayó Rojas.

El programa de pollos de doble propósito no solo ha permitido a los productores enfrentar la escasez de huevos, sino que también ha generado una nueva fuente de ingresos para las familias rurales del Departamento de Caaguazú. En un contexto de crisis, la autosuficiencia y el fortalecimiento del sector agrícola aparecen como estrategias clave para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo económico en la región.