Planta de Petropar en Troche no refleja millonaria “modernización”

• Los cuestionamientos por parte de productores de caña dulce, se acrecientan a diario, ante el inicio de la zafra 2020, el pasado 2 de julio, lapso en el cual se han registrado varias “paradas” por razones de fallas o averías.
• Les llama la atención que, la planta alcoholera de Mauricio José Troche, que fue objeto de dos inversiones millonarias, por valor cercano a USD 11 millones, para modernizaciones, desde 2018, caiga en este tipo de contratiempos.
• Al mismo tiempo, exigen un mejor mecanismo de organización para la entrada de materia prima a la industria, dado que los camiones deben esperar incluso hasta 8 días, para su ingreso al establecimiento, lo cual genera pérdidas para ambas partes, industria y cañicultores.

Productores de caña de azúcar, este martes 14 de julio, apostados frente a la planta alcoholera de Petropar, en Mauricio José Troche, Guairá, cuestionaron duramente el permanente cese de actividades, debido a averías o fallas en las maquinarias.

El gobierno nacional viene invirtiendo cerca de USD 11 millones, desde 2018, con la administración de la anterior presidenta, Patricia Samudio, para garantizar zafra la cañera, pero, en la operatividad y funcionalidad de la industria, estas inversiones no se reflejan, mencionaron.

La alcoholera estatal, ejecuta un plan de modernización en esta industria, es al menos el discurso y la información proporcionada desde los voceros oficiales, desde el inicio de la gestión de gobierno Abdo Benítez (ANR), quien tuvo al frente de Petropar a Patricia Samudio, inicialmente, quien por manejos turbios de recursos durante la pandemia por CoVid-19, fue reemplazada por Denis Lichi, actual presidente

De acuerdo a las informaciones públicas, Petropar refiere que ha invertido unos USD 7.5 millones en el mantenimiento general de la planta, para el area molienda de materia prima, caldera y sistema logístico para procesamiento de la caña, en una primera etapa, inversión que supuestamente se produjo antes de la zafra cañera 2019, bajo la presidencia de Patricia Samudio.

Posteriormente, durante la gestión de esta misma presidenta, se aprobó un segundo contingente de recursos, por valor cercano a los USD 3.5 millones, para la puesta a punto y mejoramiento, de cara a la zafra 2020, previéndose la instalación de nuevo molino y otras obras de adecuación y modernización, mencionó Fausto Ayala, vocero de los cañicultores de Mauricio José Troche.

Todas estas millonarias inversiones, por parte del gobierno, no se reflejan en la operatividad de la planta industrial, dado que se vendrían registrando continuas “paradas” en el funcionamiento, por algunas averías o desajustes que los productores consideran incomprendibles y que cuando se registran estos contratiempos necesariamente la molienda debe parar por al menos un lapso de 24 horas, incluso más, en ocasiones.

Riesgo de perdida de zafra es preocupante

La región de afectación de la planta alcoholera estatal, comprende municipios de los departamentos de Guairá, Caaguazú y Caazapá, que impacta directamente en unos 2.000 productores, que esto a su vez, potencia la relación de dependencia a cerca de 80.000 personas, entre peladores de caña, estibadores, logística de transporte, gasolineras, consumo básico y otros, por lo que una crisis en torno a una eventual zafra a medias o bajo márgenes de pérdida, representaría un catástrofe, para las familias que dependen de este rubro.

Los productores refirieron que, por expresas instrucciones de Petropar, el año 2020, se exigió un nivel de productividad máxima, ante la promesa de que la alcoholera absorberá todo el caudal productivo de la región, unas 11 mil hectáreas de caña, con un rendimiento de 60 toneladas por hectárea y una perspectiva global de 400.000 toneladas de caña, para un estimativo de 24 millones de litros de producción de alcohol.

“Los productores estamos poniendo nuestra parte y cumpliendo con lo exigido por Petropar, sin embargo se dificulta bastante para nosotros poder dar rentabilidad a esto, si es que la planta funciona a medias,  más aún luego de que nos hayan dicho que la planta se modernizó y se invirtió millonarios montos de dinero, esa inversión no se ve, no se siente”, reflexionó Joel Cardozo, productor cañero.

Otro inconveniente con el que tropiezan permanentemente, es la excesiva demora para el ingreso de la materia prima, sostienen que en algunos momentos de la zafra deben esperar hasta 8 días para que los camiones ingresen, esto genera el oscurecimiento, secado y pérdida de peso de la caña, esa cantidad de días de espera, genera que la carga se reduzca hasta dos toneladas menos por camión, expresaron.

Ambas partes, tanto la industria como los productores, trabajan de manera deficitaria con la cala estacionada, la planta debe utilizar más químicos y horas de trabajo para el procesamiento de la caña “vieja”, por su lado, los productores no reciben los márgenes de ingreso que estiman inicialmente.

Para el ingreso de los camiones con carga de caña, los productores deben recibir los “cupos” pertinentes por parte de la administración, siendo este, otro blanco de cuestionamientos, ya que aparentemente no se estarían entregando equitativamente los permisos de acceso, recibiendo algunos en mayor o menor proporción que otros, e incluso algunos ya van repitiendo sus turnos mientras otros siguen aguardando, trascendió.

Todos estos cuestionamientos y preocupaciones, quisimos trasladar a la gerente de la planta de Petropar de Mauricio José Troche, Carla Páez, quien tras cerca de una hora de espera, el martes 14 de julio, no logró hacerse de tiempo ara recibir al equipo periodístico de Oviedo Press, debido a que se encontraba de reunión.

Petropar viene abonando G. 200 mil por cada tonelada de caña dulce, más un plus de G. 20 mil por cada meta alcanzada. En comparación a las industrias privadas, que pagan entre G. 140 mil por caña convencional y G. 160 mil por la orgánica, el precio establecido por la alcoholera estatal, es la que mayores márgenes de rentabilidad, genera a los productores.

Los productores aguardan que todos estos inconvenientes sean zanjados, de manera a avanzar en la presente zafra y no registrarse déficits de producción, como en los años anteriores, siendo esta situación una responsabilidad atribuible, básicamente, a la petrolera estatal.