Pastores fueron denunciados por supuesto abuso y embarazo a niñas indígenas en Amambay
- Líderes de comunidades indígenas de paĩ tavyterã en Amambay decidieron prohibir el ingreso a sus tierras a extranjeros o personas sin procedencia étnica, debido a que supuestos pastores habrían abusado y embarazado a niñas de su parcialidad.
- Se trata de 10 casos que no fueron denunciados anteriormente, ya que los antecedentes datan del 2017.
El portal mexicano Debate hizo una publicación esta semana sobre presuntos abusos y embarazos a niñas de la comunidad indígena Ybypyte, del Pueblo Paĩ Tavyterã, del Departamento de Amambay, cometidos por supuestos religiosos. Según informa el medio digital Ultimahora.com.
Osmar Valenzuela, perito bilingüe y en cultura indígena en la Circunscripción Judicial local, confirmó a Última Hora que se trata de 10 casos que no fueron denunciados anteriormente, ya que los antecedentes datan del 2017.
A causa de esta situación los líderes de las comunidades de la parcialidad decidieron adoptar medidas en el marco de su cultura y formular denuncias ante las autoridades pertinentes.
Representantes de las asociaciones entregaron una nota a la Junta Departamental de Amambay el 21 de julio pasado informando al respecto y pretenden formular una denuncia ante el Ministerio Público. Hasta el momento no han podido hacerlo debido a que la comunidad es remota a la ciudad y no encuentran medios para el traslado.
Hay antecedentes en 2017
Digna Morilla, también perito indígena de la Circunscripción Judicial de Amambay, indicó que los casos de abuso sexual ya se habían denunciado en 2017. En su momento también se comunicó la situación a la Junta Departamental y se realizó un procedimiento en el que se detuvo a un pastor y a tres adultos indígenas paĩ tavyterã.
Las iglesias evangélicas que ingresaron a la comunidad indígena se denominan Dios es Amor, Antioquía y Cristo del Paraguay.
Valenzuela, por su parte, indicó que tal denuncia no tuvo trascendencia en su momento y lamentó que sigan las prácticas de dichos religiosos. Comentó que los pastores hasta cobran diezmos de G. 20.000 a G. 50.000 de los subsidios que reciben los paĩ tavyterã del programa Tekoporã, del Estado.
“También hay denuncias de los promotores de salud sobre las mujeres, porque (los pastores) les prohíben que utilicen anticonceptivos o que se cuiden y los indígenas ya van a los hospitales cuando se enferman porque les dicen que se van a curar a través de las oraciones de los pastores. Es gravísimo lo que está pasando“, exclamó.
Prohíben que entren a no indígenas
Las Asociaciones indígenas de Amambay del Pueblo Paĩ Tavyterã Joaju, Pai Reko Pav, Pai Jopotyra y Sarumajareguasu Tekorã Mboypy comunicaron a la Junta Departamental la decisión tomada conjuntamente con los líderes de la parcialidad en la nota remitida el miércoles de la semana pasada.
Determinaron que las iglesias construidas en sus tierras deben ser echadas con acompañamiento de autoridades locales; los paraguayos y su pareja indígena y aquellos que no quieran dejar la religión instituida por los pastores deberán abandonar la comunidad de su parcialidad.
Establecieron entre sus normas que los profesores indígenas no pueden enseñar otra religión fuera de su cultura a los niños y niñas, en caso contrario serán destituidos.
En cuanto a los extranjeros y extraños no indígenas deciden que no entren a las comunidades ni acercarse al Jasuka Venda, lugar sagrado de los indígenas, ubicado en el Cerro Guasu.
Exigen dar cumplimiento a los marcos legales
Los representantes de las asociaciones indígenas también establecen en el documento que su territorio sea titulado por el Estado paraguayo y el respeto a la propiedad privada por parte de los que tienen el acceso restringido a la comunidad Paĩ Tavyterã.
Las personas que no cumplan estas disposiciones de su pueblo piden que sean retenidas por las fuerzas públicas.
Sostiene que todo lo manifestado está basado en la Constitución Nacional, la Ley 904/81 del Estatuto de las Comunidades Indígenas y la Ley 234 que ratifica el Convenio 169 de la OIT y demás leyes relacionadas.
Temen que en 20 o 30 años más se extinga la comunidad, si continúan los atropellos a su cultura, dijo Morilla.