Paraguay, en riesgo por fiebre amarilla ante casos en el Brasil
- Las autoridades sanitarias instan a vacunarse contra la fiebre amarilla debido a que el vecino país registra circulación viral. Recomiendan reportar casos de monos muertos o enfermos ya que de esta manera se estudia el estado del primate para confirmar o descartar la presencia del virus en la región.
Paraguay lleva 12 años sin reporte de casos de fiebre amarilla y pese a ello, el riesgo de importación del virus está latente a través de viajeros provenientes del Brasil donde se reportan casos.
Este año fueron notificados dos eventos de enfermedades en monos ocurridos en refugios el Departamento de Alto Paraná y ambos fueron descartados para fiebre amarilla, informó la Dirección de Vigilancia de la Salud.
De acuerdo al último Boletín Epidemiológico emitido por la Secretaría de Salud del Brasil, de julio de 2019 a la fecha se contabilizaron 2.590 epizootias con sospecha de fiebre amarilla en todo el territorio brasileño, de los cuales, 271 fueron casos confirmados por laboratorio en los estados de Sao Paulo (4), Paraná (228) y Santa Catarina (39), lo que indica circulación activa de fiebre amarilla en dichos estados e indicios de dispersión por los corredores ecológicos, lo que significa un aumento en el riesgo de transmisión a las poblaciones humanas.
Debido a esta situación, Salud Pública realiza la vigilancia de epizootias en monos con sospecha de fiebre amarilla en todo el territorio nacional poniendo énfasis en los parques nacionales, reservas biológicas y zoológicos que cuentan con estos ejemplares.
La cartera sanitaria recomienda que en caso de encontrar un mono muerto o enfermo no tocarlo y comunicar el hecho al Senacsa o la región sanitaria más cercana.
Ante la notificación de hallazgo de monos enfermos o muertos, se realiza inmediatamente la notificación a la oficina local del SENACSA o la Región Sanitaria correspondiente para la investigación epidemiológica y la recolección de muestras necesarias para la confirmación por laboratorio.
Cabe aclarar que los primates no humanos o monos no son transmisores del virus de la fiebre amarilla; éstos son infectados a través de la picadura de mosquitos, se enferman y mueren. De esta manera, alertan sobre la posible circulación del virus en una Región.
Ante la sospecha de circulación de fiebre amarilla en una región determinada las autoridades sanitarias establecen las acciones de prevención que incluyen: la notificación oportuna de casos sospechosos, la investigación de casos probables y el refuerzo de la inmunización y las poblaciones afectadas, que aún no cuenten con la aplicación de la vacuna antiamarílica.
Es indispensable que toda persona que visite una reserva natural o un área silvestre que incluya la presencia de monos esté vacunada contra la fiebre amarilla como medida de protección.