Olimpia remontó y se llevó un clásico épico ante Cerro Porteño
- Olimpia volvió a recurrir a su carácter indomable para dar vuelta el marcador y derrotar 2-1 a Cerro Porteño en La Nueva Olla, por la fecha 17 del Apertura 2025.
- Como en el primer superclásico del año, el Decano remontó con goles de Facundo Zabala y Luis Abreu, sin contar con un delantero neto en cancha y apostando a la garra desde el banco.
- El Ciclón había comenzado ganando con gol de Juan Manuel Iturbe, pero no pudo resistir el envión emocional del rival.

En noches como esta, el fútbol paraguayo se escribe con fuego. El superclásico volvió a poner al país en vilo, y Olimpia, el Decano, resurgió con espíritu indomable para doblegar a su eterno rival. Sin delantero definido, con una alineación que parecía más un rompecabezas que un equipo ofensivo, pero con mística de campeón, Olimpia venció 2-1 a Cerro Porteño en el infierno azulgrana de La Nueva Olla.
El clásico fue una batalla sin tregua. Cerro golpeó primero, cuando Juan Manuel Iturbe capitalizó una asistencia quirúrgica de Alan Benítez y desató la locura en la gradería local a los 27′. El Ciclón se adueñó del marcador, pero no del partido. A pesar del dominio parcial, las manos salvadoras de Gastón Olveira y las fallas en definición mantuvieron al Decano con vida.
El primer tiempo cerró con la ventaja azulgrana y la polémica: Derlis González empató en tiempo de descuento, pero el VAR anuló su gol por una ajustada posición adelantada. Fue un aviso de lo que se venía.
Y en el segundo tiempo, Olimpia se transformó. Entró Robert Rojas, luego Alberto Espínola, nada menos que un exCerro, y la historia cambió de dueño. Al minuto 50, Facundo Zabala, el lateral argentino, se metió al corazón del área y con un zurdazo de fe marcó el 1-1 tras una asistencia de Rodney Redes. El Decano igualaba, y el viento empezaba a soplar a su favor.
Cerro intentó reaccionar, pero su ímpetu se fue diluyendo entre malas decisiones, tiros desviados y una defensa franjeada que resistía como podía. Derlis González erró el segundo, y Olveira volvió a vestirse de héroe tapándole otro mano a mano a Iturbe.
La escena estaba armada para el dramatismo absoluto. En el minuto 91, cuando todo parecía sellado en empate, Luis Abreu, quien había ingresado a los 68’, cazó un balón en el área y sentenció el 2-1. Gol de Olimpia. El Decano lo hizo de nuevo, como en el primer superclásico del año, remontando desde atrás, contra el reloj y contra la lógica.
El pitazo final a los 96′ decretó la victoria decana y el delirio de sus hinchas, que soñaban con otro milagro y lo vieron materializarse. Olimpia ganó sin delantero nominal, pero con corazón de gigante. Cerro Porteño, otra vez, sufrió la daga del eterno rival en el último suspiro.