Nueva Alianza 48: Paraguay y Brasil intensifican la lucha contra el narcotráfico
- Helicópteros y fuerzas de élite actúan en Amambay en un operativo binacional para erradicar cultivos de marihuana.
- Desde agosto de 2023, la Operación Nueva Alianza ha eliminado casi 5 millones de kilos de marihuana.
- Paraguay y Brasil coordinan la mayor acción antidrogas con apoyo de la Policía Federal y la Fuerza Aérea.

La lucha contra el narcotráfico en Sudamérica suma un nuevo capítulo con el inicio de la fase 48 de la Operación Nueva Alianza, una acción conjunta entre la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay y la Policía Federal de Brasil. Con apoyo de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y el Ministerio Público, el operativo se desplegó ayer lunes en el departamento de Amambay, una de las zonas más críticas para el cultivo de marihuana en la región.
Durante 10 días, helicópteros de la Fuerza Aérea Paraguaya y de la Policía brasileña sobrevolarán el área para localizar y erradicar cultivos ilícitos. La acción busca afectar la estructura financiera de las organizaciones criminales que controlan la producción y distribución de la droga.
Los resultados de la Operación Nueva Alianza han sido significativos en los últimos años. Solo en 2024, seis operativos permitieron la destrucción de cerca de 4.500 toneladas de marihuana, lo que representa aproximadamente el 90% de las incautaciones mundiales anuales, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Desde agosto de 2023, las cifras ascienden a casi 5 millones de kilos de marihuana erradicados, equivalentes a unas 1.600 hectáreas de cultivos.

El primer semestre del año es clave en la lucha contra el narcotráfico, ya que cerca del 70% de la producción anual de marihuana en Paraguay se concentra en este periodo debido a las condiciones climáticas favorables. Por ello, la ejecución de estos operativos en los primeros meses del año permite golpear con mayor impacto a las estructuras criminales.
Además de la erradicación de cultivos, la operación busca prevenir delitos ambientales y violaciones a los derechos de comunidades indígenas que residen en las zonas afectadas por estas plantaciones ilícitas. En muchos casos, los cultivos se encuentran dentro de reservas naturales, causando graves daños ecológicos y afectando el modo de vida de los pueblos originarios.

Con esta nueva fase de la Operación Nueva Alianza, Paraguay y Brasil refuerzan su compromiso en la lucha contra el crimen organizado, priorizando la desarticulación de estructuras ilegales y la protección de sus territorios.