Nadie sabe realmente cuántas personas están ligadas al EPP
- Durante la tarde de este miércoles, el doctor y exfiscal del Estado Óscar Latorre, en una conferencia magistral, habló sobre el nacimiento del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y sus conexiones políticas y la agenda que tienen en Paraguay.
- Según lo expresado por Latorre, en toda América se extiende la guerrilla o este tipo de grupo criminal desde tiempos del general Alfredo Stroessner.
En Paraguay, conocido como el EPP, estos en un principio se dedicaban a las armas, pero finalmente también al tráfico de armas.
“Buscaban potenciarse y crear un ejército desde el gobierno de Stroessner”, afirmó durante la conferencia. Destacó que la primera aparición como verdaderos criminales fue con el secuestro de María Edith Bordón.
Aseguró que la mayor guerrilla del continente, FARC, fue la que financió toda la estructura del grupo criminal en Paraguay. “El EPP se convirtió en un grupo criminal que comenzó a secuestrar y matar personas”, refirió.
Manifestó que en ese entonces ni el ministro del Interior, policías ni Fiscalía tenían una idea de cómo manejar un secuestro. “Fuimos destrozados por la prensa en ese entonces y solo fuimos portadores de los mensajes”, afirmó.
EPP y la política
Indicó que todos los que formaban parte del EPP eran jóvenes o niños que eran entrenados por mentes criminales. “Con una conducta sistemática del EPP o Patria Libre en su momento. Yo creo que actualmente son muchos más, no solo 40 personas”, sentenció.
Afirmó que la estrategia de estos grupos es criminal y terrorista, “no tienen alma”, confirmó. Aseguró que tienen estrategias militares y que pueden atacar en cualquier momento a personas inocentes.
Así también, presentaron un material audiovisual de cómo el grupo guerrillero EPP entrena a las personas para que sean aliadas, entre ellos menores, tanto niñas como niños que serían el futuro de este grupo armado.
Debían ser 400 para finales del 2003
Indicó que varias fotos que obtuvieron durante las investigaciones son antiguas y que muestran a estudiantes de entre 20 y 25 años como niños que son reclutados para formar parte de las filas de la guerrilla.
“Según lo encontrado en los campamentos, tenían una expectativa de llegar a 400 personas para finales del 2003, pero nadie sabe exactamente cuánto son actualmente. Esta gente hoy se dedica al crimen, secuestran y matan personas. Similar a los carteles narcos”, apuntó.