Murió Toti Ciliberto, histórico de VideoMatch y la comedia argentina
- El actor y comediante falleció a los 63 años tras sufrir una hemorragia interna y un paro cardíaco. Su compañero y amigo, Larry de Clay, confirmó la noticia y expresó su dolor: “Estoy destrozado”.
- Fue una de las figuras más queridas de la televisión argentina, con un carisma y un talento que lo convirtieron en referente de la comedia. Su paso por VideoMatch lo llevó al estrellato.
- Del teatro alternativo a la fama televisiva, Toti Ciliberto marcó una época con su humor. La noticia de su muerte deja un vacío en el mundo del espectáculo.
Una hemorragia interna seguida de un paro cardíaco terminó con la vida de Salvador “Toti” Ciliberto a los 63 años. Su amigo y compañero de escenarios, Larry de Clay, confirmó la noticia con profundo dolor: “Estoy destrozado”. El humorista se encontraba internado en el hospital Thompson de San Martín, donde esperaba ser trasladado para realizar estudios más complejos. “No sé qué pasó, por qué no lo llevaron”, agregó Larry, quien recibió la trágica noticia mientras viajaba.
Su salud ya había dado señales de alarma meses atrás, cuando sufrió un problema intestinal que lo dejó internado. Pese a una mejoría reciente, en la madrugada su corazón se detuvo, cerrando así un capítulo inolvidable del humor argentino.
La televisión despide a un icono de la comedia. Toti Ciliberto fue sinónimo de carcajada durante la década del ’90, cuando su talento brilló en VideoMatch. Su cuerpo, su rostro y su voz parecían hechos a medida para el humor: la exageración del sketch, el absurdo de los personajes, la frescura de la improvisación. En 1992, Marcelo Tinelli lo convocó al programa y su carrera cambió para siempre. Hasta entonces, había sido profesor de educación física y se había forjado en el Parakultural, cuna del teatro alternativo porteño. Con el programa, encontró la masividad y el cariño del público.
Su legado no solo quedó en la televisión, sino también en el teatro y el cine, donde demostró su capacidad para hacer reír y emocionar. La noticia de su muerte deja un vacío en el mundo del espectáculo, pero también el recuerdo imborrable de un artista que vivió para hacer reír.
