Municipalidad de Coronel Oviedo designa una calle en honor a Evelyn Samudio

• Una calle que antes carecía de identidad ahora lleva el nombre de Evelyn Samudio, Miss Bicentenario Paraguay 2011.
• Este homenaje, impulsado por su madre, Mercedes Samudio, honra a una joven cuya generosidad y carisma dejaron una huella imborrable.
• A 13 años de su partida, su legado se inmortaliza en cada paso por esa vía, símbolo de gratitud y amor.

Una calle sin nombre cobra vida y significado. El bullicio de los días comunes se transforma en un susurro de memorias, en un eco que repite un nombre: Evelyn Samudio Ávalos, la joven Miss Bicentenario Paraguay 2011, cuyo brillo no se apagó el día que partió, sino que se esparció por cada rincón de Coronel Oviedo. La Ordenanza N° 027/2023 no solo le dio identidad a esta colectora, sino que le regaló eternidad.

Frente a la casa donde creció se alza ahora un monolito en su memoria. La calle que antes no tenía nombre hoy lleva el suyo, un testimonio visible de su presencia, como si Evelyn aún caminara por allí, alegre, espontánea, con esa risa que nunca revelaba el dolor que, así como la recuerda su madre.

“Ella nunca demostraba estar triste por más de que se sienta triste alguna vez, era muy carismática, muy espontánea, muy sensible”, recordó doña Mercedes Samudio en contacto con el programa Hablando Claro emitido por Radio Mundo Sol, durante la inauguración hecha por la Municipalidad de Coronel Oviedo esta mañana.

Hoy, 19 de septiembre, cuando se cumplen 13 años desde su partida, Mercedes alza la mirada al cielo con una mezcla de gratitud y nostalgia. “Este año es un recordatorio diferente”, expresó con emoción. “Siempre le pedí que me diera fuerzas, y hoy me las da”, acotó.

Evelyn, más que una reina de belleza, era una joven de espíritu generoso y alma inmensa. Su espontaneidad, su alegría inquebrantable, la hacían única. En cada Navidad, en cada Día del Niño, ella no solo recogía regalos, sino sonrisas yendo a los rincones más humildes, buscando dar felicidad, como si supiera que su tiempo aquí sería breve y quisiera iluminar todos los corazones que pudiera tocar. “Para los lugares más carenciados solía juntar regalos y llevábamos a los niños”, indicó Mercedes.

La tragedia ocurrió el 19 de septiembre, un día que el calendario se encargó de marcar como una herida abierta para su familia. Aquel amanecer, cuando volvía de una fiesta en Villarrica, el auto en el que viajaba volcó en la Ruta VIII. El golpe fue fatal para su cuerpo, pero su espíritu, su legado, no se quebraron. Evelyn, con apenas 18 años, dejó este mundo, pero su rastro sigue intacto.

Mercedes, con la firmeza de una madre que ha luchado contra la tristeza, vio en esta calle una oportunidad para inmortalizar a su hija. “Es una calle paralela que no tenía nombre, y entonces surgió la idea. Insistí y los concejales me escucharon”, contó.

Para Mercedes, este reconocimiento es más que un homenaje; es una forma de mantener viva la memoria de su hija y, al mismo tiempo, recordar a los jóvenes la importancia de cuidarse unos a otros. “Hoy los padres no sabemos a dónde van cuando salen, y solo esperamos que se cuiden entre ellos”, expresó, lanzando un mensaje claro de concienciación a la juventud.

La calle Evelyn Samudio recorre unos 500 metros desde la fábrica hasta la barrera. “Estoy demasiado contenta, eternamente le vamos a recordar”, afirmó su madre.