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Manifestación en Coronel Oviedo por la dignidad de los adultos mayores
- Miles de personas de la tercera edad se movilizan desde diferentes puntos del país, exigiendo el cumplimiento de sus derechos. Reclaman que el beneficio por cumplir 65 años sea inmediato y suficiente para vivir con dignidad.
- El reclamo de la tercera edad resuena con fuerza en las calles de Paraguay. Con un sueldo que apenas cubre lo básico, piden la mitad del salario mínimo y la eliminación de trámites complicados para acceder a sus beneficios.
- Las manifestaciones de adultos mayores en todo el país crecen cada vez más. Muchos ya deberían estar recibiendo sus beneficios, pero la burocracia sigue impidiendo que vivan con la tranquilidad que merecen.

Las plazas y rutas de distintos puntos del país se han convertido en el escenario de una movilización que lleva semanas, protagonizada por miles de adultos mayores que, desde sus pueblos y ciudades, han salido a exigir un trato digno. En la rotonda del cruce de Coronel Oviedo, un grupo de manifestantes se mantiene firme, reclamando el cumplimiento de sus derechos básicos.
“Estamos acá reunidos acompañando a nuestros compañeros que se manifiestan en Asunción, allí está un grupo importante y nosotros que no podemos irnos, cada uno estamos en nuestro pueblo, en la ruta, plazas para mostrarnos a las autoridades que vean nuestras necesidades” comenta uno de los manifestantes, en conversación con el programa Hablando Claro emitido por Radio América 95.3 y Canal 4 TVCSA dejando en claro la urgencia de que el reclamo llegue a oídos del Gobierno.
El principal reclamo de este sector de la población es simple, pero trascendental: “Queremos que haya una ley donde se deba cobrar apenas se cumpla los 65 años con solo un pequeño trámite, queremos que eso se cumpla, ese es nuestro principal reclamo”. El pedido es claro y directo, pidiendo que el acceso al beneficio sea inmediato y sin trabas burocráticas.
La falta de un sistema adecuado para la distribución de los beneficios, sumada a los montos ínfimos que se otorgan, genera que muchos adultos mayores enfrenten dificultades para cubrir los gastos básicos de sus vidas. “Lo poco que se cobra se destina a los gastos básicos como luz y agua, y ahí ya termina. Nos queda muy poco para nuestra comida y vivir” declara otro manifestante, resaltando la gravedad de la situación que atraviesa la tercera edad en Paraguay.
El movimiento se extiende por todo el país. A pesar de las distancias, los manifestantes se movilizan en diferentes puntos, destacándose una gran concentración en la capital. “Nos estamos movilizando en distintas partes, pero también una gran cantidad se fue a Asunción, porque tenemos interés, queremos vivir bien en lo poco que nos queda de vida” asegura uno de los participantes en la protesta, reflejando la desesperación por una vida digna.
Sin embargo, más allá de la movilización masiva, el problema persiste. Muchos adultos mayores ya deberían ser beneficiarios, pero se enfrentan a obstáculos como la falta de actualización de censos o excusas relacionadas con el tipo de vivienda. “Muchísimos hay, crean muchos problemas, en los censos, ponen excusas porque las casas son de material, eso no tiene nada que ver. Todos trabajamos por tener nuestra comodidad y hacer mejoras en nuestras casas para vivir mejor, todos queremos vivir bien.”
El tiempo juega en contra, y los reclamos crecen. En este sentido, una de las demandas más reiteradas es la modificación de la edad mínima para el acceso a estos beneficios. “Si se va a esperar cumplir 80 años, muchos ni siquiera llegan con vida a esa edad, o si llegan, les queda poco tiempo de disfrutar de vivir una vida digna.”
En este contexto, la respuesta de las autoridades se espera con urgencia. Los manifestantes han señalado que permanecerán en su lugar de protesta hasta obtener alguna respuesta clara. “Estamos esperando algún aviso de la gente de allá, a ver qué se resuelve”, concluyen, con la esperanza de que el sacrificio de la protesta se vea reflejado en un cambio que les brinde la calidad de vida que merecen.
Las voces de la tercera edad resuenan en cada rincón del país. Con sus demandas de justicia, dignidad y un futuro mejor, exigen ser escuchados por las autoridades y que se les brinde lo mínimo que les corresponde: un beneficio que garantice su bienestar en los años finales de sus vidas.