Luis Fariña rompió el silencio y habló del infierno que vivió
- El futbolista de Cerro Porteño, Luis Fariña, rompió el silencio y habló sobre el problema de salud que lo tiene alejado de las canchas desde hace ya casi dos años.
- Contó que la pasó realmente mal, que “era algo horrible” y dejó en claro que ya está listo para volver al fútbol.
Lo hizo en una conversación con el diario argentino Olé. Allí se refirió completamente al drama que tuvo que vivir, desde sus inicios hasta el final. “Fue de un día para el otro. Al terminar la pretemporada en Portugal donde me fue muy bien, empecé a sentirme raro en las vacaciones. Era una sensación que no conocía. A medida que pasada el tiempo, eran más continuos los ataques de ansiedad y pánico. Me agarraban una vez por semana, cada tres días o cuatro”, comenzó narrando. Según informó el medio digital versus.lanacion.com.py.
Además, el futbolista dejó en claro que la situación no se trataba de agorafobia (miedo a espacios abiertos con mucha gente), sino de un trastorno de ansiedad con episodios de depresión y ataques de pánico.
“Me pasaba por las noches. Al principio no sabía de qué se trataba. Era algo horrible. Cuesta explicarlo, pero el que lo pasó me va a entender. No me aguantaba en mi propio cuerpo, quería desaparecer, escaparme de algo que no existía”, siguió contando.
Puso como ejemplo algo ocurrido en los cuartos de final de la Libertadores 2019 con Cerro, que ese año enfrentó a River. “Había 60.000 personas en el Monumental, por cuartos de final. Un partido muy importante. Jugamos a la noche y yo llegaba después de haber dormido una hora. Imaginate cómo estaba. Fueron varios partidos que me pasó eso. En la revancha, en Cerro, como mucho habré dormido dos horas. Daba vueltas en la cama, me quería ir de un mundo irreal. El inconsciente te hace pensar cosas y llegar a un lugar. Sentía que no tenía más sentido la vida. Igual, nunca pensé lo peor”.
Fariña tiene contrato en pausa con Cerro Porteño hasta el 2022 y espera encontrar equipo pronto para volver a jugar o, por qué no, retornar al Azulgrana.
Al respecto, aseguró que la entidad de Barrio Obrero se portó excelente con él al enterarse de lo que pasaba. “Cerro se portó 10 puntos. Entendieron a la perfección lo que yo estaba viviendo. Me apoyaron en todo momento, me pusieron los mejores profesionales para que pudiera salir adelante. Recién dos meses después de llegar conté lo que me pasaba. Había bajado mucho mi rendimiento porque había empezado a tomar medicamentos que jamás me habían dado. Era notorio”, narró.
Y finalmente, se acordó de Miguel Ángel Russo, DT de Cerro en ese momento y del “Pachi” Carrizo, quien continúa en el club. “Miguel (Russo), la verdad, un crack. Sabiendo lo que me pasaba, cuando llegaba al club me decía: ‘Luis, no te preocupes, hay cosas muchísimo más importantes que el fútbol. Primero está el ser humano y después, el jugador de fútbol. Yo quiero que te recuperes mentalmente y después, cuando te sientas bien, vuelvas a jugar. Si un día venís y te sentís deprimido, nos sentamos a tomar mates’. Me daba esos consejos porque había superado algo peor (cáncer). Veía mi situación desde otro lado. Para sacarse el sombrero. Me ayudó mucho, fue como un padre para mí. También les agradezco a Somoza (su ayudante), el Profe y Pachi Carrizo, un excompañero”.