“Los recuperados no son inmortales, deben seguir cuidándose”, advierte Sequera
- Si bien los estudios preliminares revelan que una persona, luego de recuperarse del COVID-19, adquiere una inmunidad que puede durar de 3 a 6 meses aproximadamente, lo que no sugiere que la inmunidad sea absoluta y que deba abandonar las medidas sanitarias.
Entre los recuperados se registran reinfectados y muertos, afirmó el Doctor Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud. “Hay que descartar esa idea de que si uno superó el COVID-19 ya es inmortal y no va a volver a enfermarse. Eso no es así. Tenemos casos de reinfección, si bien son pocos, son graves, algunos de ellos fallecieron”, lamentó.
Actualmente, son más de 58.900 paraguayos que enfermaron con COVID-19 se recuperaron hasta el momento.
Insistió que la recuperación no implica que sean inmunes a padecer una reinfección y hasta el momento no se sabe con certeza la duración real de los anticuerpos y si todos los infectados generan inmunidad.
El profesional recordó que estudios preliminares revelan que una persona, luego de recuperarse del COVID-19, adquiere una inmunidad que puede durar de 3 a 6 meses aproximadamente, lo que no sugiere que la inmunidad sea absoluta y que deba abandonar las medidas sanitarias.
Advirtió que los pacientes recuperados corren el mismo riesgo de contagiarse con el virus al igual que aquellos que aparentemente aún no adquirieron la enfermedad, por esta razón reiteró la necesidad de cumplir con las medidas sanitarias vigentes.
En Paraguay, al igual que en otros países del mundo, se registraron personas que tiempo después de su recuperación volvieron a infectarse con el virus, algunos de ellos han muerto en esta oportunidad.
Aclaró que la transmisión del COVID-19 se realiza solo de una persona enferma a una sana.
En el caso de la persona recuperada, si bien no transmite la enfermedad mientras dure el periodo de inmunidad, puede constituirse en un agente contaminante, por esta razón, aunque haya superado la infección debe seguir adherido a las medidas sanitarias.
El virus puede pegarse a las manos y de esta manera, contaminar el entorno e ingresar al organismo al tocarnos la boca, la nariz o los ojos.
El médico recuerda y alienta a la ciudadanía a seguir con el uso de mascarilla en espacios compartidos para disminuir el riesgo de contagios, conservar la distancia física, cumplir con el lavado correcto y constante de las manos, y mantener los ambientes ventilados como acciones esenciales que deben formar parte de la actividad diaria de todos, incluso de los que han vencido a la enfermedad.