Libertad quiere cortar la mala racha y gritar campeón en casa
- El equipo de Sergio Aquino arrastra siete partidos sin victorias y necesita un triunfo para sellar el campeonato.
- Libertad recibe esta noche a General Caballero con la presión de cortar la racha negativa y festejar en su estadio.
- Una victoria y que Guaraní no gane bastan para coronarse campeón del torneo Apertura.

En medio de una sequía inesperada y con el título del torneo Apertura al alcance de la mano, Libertad recibe esta noche a General Caballero en La Huerta con el objetivo claro: ganar, cortar la racha y, si se da el resultado paralelo, consagrarse campeón. El partido, correspondiente a la fecha 20, arranca a las 19:00 y será arbitrado por David Ojeda, con Carlos Figueredo a cargo del VAR.
Después de una primera rueda arrolladora y un arranque firme en la segunda mitad del torneo, parecía que el equipo gumarelo iba a levantar el trofeo sin sobresaltos. Sin embargo, siete partidos consecutivos sin victorias han generado dudas y han encendido las alarmas entre los hinchas. “Tenemos que dar ese paso final que nos viene costando y esta noche es la oportunidad perfecta”, afirman desde el entorno cercano al plantel.
El DT Sergio Aquino podrá volver a contar con Álvaro Campuzano, pieza clave en el mediocampo, que regresa tras cumplir sanción por expulsión. Sin embargo, aún no podrá alinear a Iván Ramírez, también suspendido, ni a los lesionados Iván Franco y Lorenzo Melgarejo, ambos fuera por problemas físicos. La responsabilidad ofensiva recaerá nuevamente sobre el eterno Roque Santa Cruz, quien liderará el ataque en busca de ese ansiado triunfo.

Por su parte, General Caballero llega a La Huerta sin nada que perder y con la intención de seguir complicando al puntero. La formación dirigida por Tales Wastowski contará con jugadores como Clementino González y Ronald Roa en el frente de ataque, dispuestos a sorprender en terreno ajeno.
El panorama está claro: si Libertad gana y Guaraní no suma de a tres, el conjunto albinegro se quedará con el título. En su casa, ante su gente, con toda la presión encima y la historia esperando ser escrita, “es ahora o nunca”, dicen los que conocen el vestuario gumarelo.