Latinoaméria: Pandemia también marca caída de ministros de Salud
- El Covid-19 pone a prueba a los titulares de la cartera sanitaria de la región. En Brasil, Chile, Bolivia o Perú han caído por diversas razones, que van desde las luchas internas hasta la corrupción.
La pandemia del nuevo coronavirus ha aumentado la presión sobre los gobiernos de Latinoamérica y su expansión ha precipitado la caída de siete ministros de Salud en la región, desde Brasil hasta Panamá, pasando por Chile, Bolivia, Perú y Ecuador.
Declaraciones inadecuadas, polémicas por la cloroquina, corrupción o luchas interinas en pleno avance del Covid-19 conforman el amplio abanico de motivos que han propiciado la salida de los ministros de Salud en cinco países.
Pero la lista de ministros “caídos” por la pandemia podría engrosar a medida que los países latinoamericanos aceleran la desescalada y surgen nuevos brotes de coronavirus, una enfermedad que ya deja 166.805 muertos y 3.932.815 casos en toda la región.
DISCORDIA. Brasil, el segundo país del mundo con más casos y muertes de coronavirus, por detrás de Estados Unidos, perdió dos ministros de Salud en menos de un mes debido a sus embates y las sonadas diferencias con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de los líderes más escépticos sobre la gravedad del patógeno.
Primero fue destituido el médico Luiz Henrique Mandetta, cuya popularidad llegó a hacer sombra al propio Bolsonaro, a quien se enfrentó públicamente, mientras que su sucesor, el oncólogo Nelson Teich, presentó su renuncia 28 días después de asumir el cargo.
En el caso de Mandetta, las fricciones se produjeron por las discrepancias respecto al distanciamiento social –Bolsonaro se oponía a los confinamientos– y por la prescripción de la cloroquina, que fue el principal motivo de la marcha de Teich.
La cloroquina es un fármaco antipalúdico que el líder de la ultraderecha promociona en Brasil y está tomando tras dar positivo por Covid-19, pese a que su eficacia en la lucha contra el coronavirus no ha sido comprobada científicamente.
Teich fue sustituido hace dos meses de forma interina por el general Eduardo Pazuello, un militar con un sólido currículum, pero sin experiencia en el área de salud.
CORRUPCIÓN. El ex ministro de la misma cartera de Bolivia Marcelo Navajas, quien estuvo en reclusión preventiva y que luego por motivos de salud fue trasladado a su casa, se encuentra acusado de supuesta corrupción en la compra con sobreprecio en España de respiradores para pacientes con Covid-19.
La cartera del país andino fue asumida provisionalmente por el ministro interino de Defensa, Luis Fernando López, militar de profesión y quien se encuentra al frente de la Salud en tanto dure la recuperación de la ministra interina de esa repartición, Heidy Roca, quien contrajo el Covid-19.
En Perú ya dejaron el cargo la cirujana Elizabeth Hinostroza y el médico experto en políticas de salud pública Víctor Zamora.
El caso más notorio fue el de Hinostroza, quien fue destituida el 20 de marzo, tan solo cuatro días después de que comenzara la cuarentena nacional.
Hinostroza, quien había asumido cuatro meses antes, fue criticada por la escasa preparación que mostraba el sistema sanitario, pero la gota que colmó el vaso fue la muerte de un enfermo que permaneció durante varios días en su casa a la espera que le entregaran el resultado de sus exámenes.
La entonces ministra fue reemplazada por Víctor Zamora, un médico experto en gestión y políticas de salud y promotor de una estricta cuarentena que se prolongó durante más de cien días hasta el pasado 30 de junio.
La cuarentena golpeó a la economía del país, pero también alivió la situación de los hospitales.
Zamora también permaneció casi cuatro meses en el cargo, hasta este 15 de julio, cuando fue reemplazado por la médico cirujano y exministra de Salud Pilar Mazzetti.
CHILE. Su vecino del sur, Chile, también se quedó sin ministro de Salud el pasado 13 de junio, cuando el presidente Sebastián Piñera solicitó la renuncia del nefrólogo Jaime Mañalich, quien acumulaba ya varios cuestionamientos por su gestión de la pandemia de coronavirus y sus polémicas declaraciones.
Ya en marzo, algunas semanas después del primer caso de coronavirus en el país, Mañalich llamó la atención de los medios internacionales al ser consultado sobre por qué no se tomaban medidas más severas de aislamiento, a lo que el secretario de Estado respondió: “¿Qué pasa si este virus muta hacia una forma más benigna? ¿Qué pasa si muta y se pone buena persona?”.
Tras la renuncia de Mañalich, médico de la familia Piñera, el presidente nombró inmediatamente como sucesor al médico cirujano Enrique Paris, quien se ha mostrado hasta ahora dialogante y dispuesto a escuchar recomendaciones.
Las controversias sobre la metodología para contabilizar los fallecidos y el número de muertos que realmente sumaba el país acabaron por precipitar su salida.
ECUADOR. La pandemia del coronavirus y el agravamiento de la situación en Guayas, cuya capital es Guayaquil, especialmente azotada en el principio de la crisis, se llevó por delante en Ecuador a la ministra de Salud, Catalina Andramuño.
La exministra advirtió de la falta de recursos en las cuentas de su cartera para atender la emergencia, lo que aceleró su salida del Gabinete, pues de inmediato el presidente Moreno designó en su reemplazo al cardiólogo e epidemiólogo Juan Zevallos. Tras su salida, Ecuador vivió la crudeza del coronavirus, sobre todo en Guayaquil, donde empezaron a aparecer cadáveres en las calles y se disparó el número de contagios y fallecidos.
167.000
víctimas deja hasta ahora el Covid-19 en Latinoamérica. Brasil sigue siendo el país más afectado en la región.
Hambruna
El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés), David Beasley, alertó el miércoles que más de 11 millones de personas en Latinoamérica se encuentran al borde de la hambruna, una situación que se ha visto agravada por la pandemia de coronavirus. “La pandemia de Covid-19 ha sido devastadora en Latinoamérica”, manifestó el directivo, al considerar que el virus está agudizando las condiciones económicas y de subsistencia básicas. Advirtió que si no se atiende con urgencia esta situación se producirá más inestabilidad política, migraciones masivas, deterioro económico y más hambruna, “además del propio Covid-19”, lo que consideró “una combinación mortal”.