La universidad NO respuesta
Con un “4 de mayo gris” se cumplieron 16 años de la creación de la Universidad Nacional del Caaguazú, que tiene como lema “La Universidad Respuesta”, paradójicamente con denuncias de no responder requerimientos de información pública solicitada por entes contralores.
Por Cristian Bianciotto | Director de OviedoPress
@CrisBianSan
Uno de sus fundadores, Jaime Torales Kennedy, afirmó que “el fin se acerca” haciendo referencia a las varias denuncias de irregularidades administrativas y académicas que soporta actualmente la Universidad Nacional del Caaguazú, que este mes de mayo cumple 16 años desde su creación.
“La Universidad Respuesta” está atravesando uno de sus peores momentos, de nuevo con crisis a consecuencia de la falta de probidad de sus autoridades.
Lejos de tomar decisiones que logren estabilizar la institución y de garantizar la calidad educativa y la transparencia administrativa, se toman decisiones arbitrarias en detrimento y perjuicio a los protagonistas, los universitarios.
El rector, Ángel Rodríguez, establece una especie de defensa corporativa para sus aliados acusados, por la Justicia, de actos criminales como es el caso del decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Miguel Vera, quien soporta un Juicio Oral en puerta por contrabando de armas y asociación criminal.
“Si se tiene que ir Miguel, que vayan todos”, es el mensaje claro de, Ángel Rodríguez, junto con el Consejo Superior Universitario, convirtiendo la manifestación de estudiantes en una violación a las leyes universitarias (sin especificar cuáles) y llevar a cabo una intervención de la Facultad de Ciencias Económicas, buscando mantener el establishment, y al no lograrlo disuelve de manera arbitraria y oscura el Consejo Directivo que tiene como miembros a quienes cuestionan el actuar de los ordenadores de gastos y sus irregularidades.
La unidad académica de Ciencias Médicas, fue allanada por la Unidad de Delitos Económicos del Ministerio Público por denuncias de corrupción. El decano de Medicina es, Pablo Martínez, quien siendo rector fue obligado a renunciar por la comunidad universitaria, por supuesta corrupción en su administración.
En febrero de este año, la Contraloría General de la República, solicitó informaciones vinculadas a lo administrativo, académico y recursos humanos. En marzo, la misma requisitoria fue presentada desde el Congreso Nacional a través de la Cámara de Senadores.
En ambos casos, no hubo respuestas por parte del Rectorado de la Universidad Nacional del Caaguazú. Para el primer caso la excusa fue, “alguien no abrió su correo y por eso no se pudo responder”. En el segundo caso el “obstáculo” fue que, “son demasiados los documentos que hay que escanear, no queremos presentar en papel para cuidar el medio ambiente”.
A todo esto, se suma el incumplimiento de la Ley 5189/14 de Transparencia. La web oficial de la UNCA borró planillas que contienen datos sobre el destino del dinero público, con la excusa de que “no hay espacio suficiente en la nube para alojar esos datos”, situación que fue desmentida desde el propio Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación que es la proveedora del servidor web.
Con todas estas situaciones evidenciadas el lema “Universidad Respuesta” es una simple retórica y con el paso del tiempo se solidifica como feudo político y alojamiento de funcionarios que se dedican a sacar provechos personales, siendo protagonistas de supuestos hechos de corrupción lo que raya la delincuencia y criminalidad. Sin embargo, siempre hay honrosas excepciones que salvan el buen nombre de la institución.
La UNCA, universidad NO respuesta.