Joven se recibió de médico y vende empanadas para pagar su título
- El joven Willian Escobar Zárate (25) cumplió su sueño, pese a que las condiciones económicas no le favorecían, logró acceder a una beca de Itaipú y estudió la carrera de Medicina.
- En julio de este año culminó sus estudios con creces. “La vida te pone muchos obstáculos, yo los pasé sin mirar atrás”, dijo.
- Al joven le falta solo un detalle, gestionar su título y de ahí en más obtener su registro de médico.
- Todos los días, el doctor sale a vender empanadas por las calles de Zeballos Cué. “Lo hago con mucho orgullo y para cuidar de mis padres que ahora no pueden trabajar y que cuidaron de mí cuando yo era chico. Bien temprano preparo la sopa y frito las empanadas, las coloco en mi bandeja y salgo a recorrer”, comentó..
Tenía tan solo tres meses de vida cuando Willian Escobar Zárate (25) tuvo su primera cirugía a causa de un problema del corazón. Desde entonces, la visita a los hospitales se hicieron una constante. A los 13 años se volvió a operar y a los 15 años le detectaron endocarditis bacteriana aguda, que causó un daño rápido en la válvula cardiaca, lo que nuevamente fue motivo para una intervención quirúrgica. Según informó el medio digital cronica.com.py.
“Desde chico me pasé en los hospitales viendo cómo los médicos cuidaban de los demás y de mí. Veía cómo lloraban cuando algo malo pasaba y cómo se alegraban cuando salvaban una vida. Eso me motivó a querer ser doctor”, dijo Willian.
Con lo que gano alcanza para lo justo y eso me motiva a seguir en busca de mi sueño de tener mi registro de profesional médico”, finalizó.
“Hay mucha generosidad en el barrio”
Willian es el menor de dos hermanos y es el único que vive aún con sus padres. “Mi mamá Josefina y mi papá Andrés son todos para mí. Ella es modista y mi papá ahora no puede trabajar debido a que está con secuelas del Covid-19”, dijo.
“Gracias a Dios la gente me compra las empanadas y la sopa. Hay mucha generosidad acá en el barrio y les estoy muy agradecido”, dijo el doctor Willian, a quien cariñosamente le llaman el “médico empanadero”. “Luchar es lo que me caracteriza. Cada día es una lucha y yo trato de poner la mejor voluntad para seguir creciendo”, finalizó.
Mientras vende, muchos le piden recomendaciones
El doctor Willian vende sus empanadas y sopa y a la par atiende a algunas personas que requieren de sus servicios como profesional médico. “Les oriento más que nada por ahora debido a que aún no puedo recetar, pero trato de aconsejarles”, dijo.
“Cuando tenga mi registro y pueda ejercer quiero ayudar acá en mi barrio y retribuir todo. Hacer un servicio comunitario para personas que sufren de presión alta o diabetes. Hacerle una consulta, un seguimiento tipo inicial para saber si presentan o no esas anomalías que puede llevar a complicar mucho”, comentó. “Quiero hacer esto más con las personas mayores que casi no quieren ir a consulta”, finalizó.