Israel y Hamas acuerdan un alto el fuego tras 15 meses de conflicto
- La mediación internacional y la presión de Donald Trump fueron claves para alcanzar el acuerdo, que marca el inicio de un frágil proceso de negociación.
- La negociación, impulsada por Estados Unidos, Egipto y Qatar, inicia con la liberación de rehenes y prisioneros en un proceso lleno de desafíos.
- El presidente electo Donald Trump, en un movimiento clave, persuadió a Israel de aceptar un alto el fuego para evitar un conflicto activo al inicio de su mandato.
Tras más de 15 meses de enfrentamientos en Gaza, Israel y Hamas han firmado un acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el pasado 15 de enero, apenas días antes de que Donald Trump asuma como el 47.º presidente de Estados Unidos. Este pacto, similar a una propuesta impulsada por el presidente saliente Joe Biden en mayo, se logró gracias a esfuerzos diplomáticos conjuntos entre Estados Unidos, Egipto y Qatar.
Según analistas, la presión directa de Trump sobre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue decisiva. El presidente electo dejó claro que no estaba dispuesto a lidiar con un conflicto activo en Medio Oriente al llegar a la Casa Blanca. Este enfoque habría contribuido también al cese de hostilidades entre Israel y Hezbollah en el Líbano.
En la primera etapa del acuerdo, que se extenderá durante seis semanas, Hamas liberará a 33 de los 98 rehenes israelíes que mantiene en Gaza, a cambio de la excarcelación de cientos de prisioneros palestinos. Paralelamente, se desarrollarán nuevas negociaciones para abordar la retirada de las tropas israelíes del territorio y la liberación de los rehenes restantes. Sin embargo, el camino hacia la paz definitiva está plagado de desafíos.
La situación sigue siendo incierta. Las autoridades israelíes estiman que la mitad de los rehenes podrían haber fallecido, y algunos podrían estar en manos de otros grupos palestinos. Además, mientras Israel exige garantías de seguridad, Hamas enfrenta tensiones internas entre sus líderes en el exilio y los comandantes en Gaza, encabezados por Muhammad Sinwar.
En Israel, el acuerdo enfrenta resistencia dentro del gabinete de Netanyahu, especialmente de ministros ultraderechistas, quienes consideran que cesar las hostilidades compromete los logros militares alcanzados. Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional, calificó el acuerdo como “un desperdicio de la sangre derramada por nuestros combatientes”.
A pesar de las divisiones políticas, una mayoría de israelíes apoya el alto el fuego. Netanyahu busca mantener la estabilidad de su gobierno mientras enfrenta posibles elecciones anticipadas.
El acuerdo podría abrir la puerta a un proceso más amplio de negociación en Medio Oriente, que incluya una posible alianza entre Israel y Arabia Saudita, planteada previamente por la administración de Biden. Para Netanyahu, esto representaría un paso hacia el legado que busca consolidar como líder histórico de Israel.
Sin embargo, cualquier avance dependerá de la voluntad de las partes para cumplir con los términos pactados. La frágil tregua podría colapsar ante el más mínimo desacuerdo, poniendo nuevamente a la región al borde de la guerra.