Iracundo conductor agrede a personal de tránsito en Asunción

• Un joven con frondosos antecedentes propinó una golpiza a un agente de la Policía Municipal de Tránsito al tratar de evadir una infracción, sobre Eusebio Ayala.
• Tras forcejeos y golpes de puño finalmente pudo ser reducido con apoyo de la Policía Nacional.

Khalil Merhi Sosa Otto (28) es visto en un video subido en el grupo de Facebook “Ya estamos cansados de sus leyes” agrediendo a los golpes de puño a un agente de la Policía Municipal de Tránsito (PMT), a pesar de que una mujer intenta detenerlo. El inspector también se defendió proporcionándole algunos puñetazos. Según informa el medio digital abc.com.py

Sosa Otto ahora se encuentra detenido en la Comisaría 7a Metropolitana, puesto que –además de la agresión y los hechos de resistencia– ya contaba con antecedentes por robo.

Según se observa en la grabación, el hombre se encontraba a bordo de un Toyota Vitz, modelo 2001, de color negro, cuando el inspector trató de detenerlo porque –según manifiesta el informe presentado a la comisaría– Sosa Otto realizó un giro indebido a la izquierda a pesar de que el cartel señalaba la prohibición.

El sujeto intentó fugarse pero en el trayecto otro auto le cerró el paso. Ante esto, Sosa Otto bajó y fue directamente a golpear al agente varias veces, a lo que este reacciona igualmente con un par de golpes.

Una mujer procura calmar al hombre enfurecido y en ese ínterin se acerca otro uniformado, a quien el joven empuja, para luego volver a subirse a su vehículo.

Ante la actitud del hombre, uno de los agentes procede a sacar su arma y la apunta hacia el vehículo, mientras otro de los uniformados abre la puerta de Sosa acompañado de un efectivo de la Policía Nacional.

Los intervinientes van hasta el lado del conductor para hablar al joven y persuadirlo de que baje del rodado. En respuesta, Sosa Otto amaga de nuevo que huirá al acelerar su Toyota; entonces ya el policía se acerca para esposarlo, pero este se resiste, empujándolo.

Finalmente, entre cuatro uniformados lo esposan, mientras la señora que lo acompañaba grita que no lo traten como un delincuente.