Indignación en redes por soberbios y agresivos mensajes de hinchada de La Parro

• Este jueves 22 de setiembre quedó oficialmente inaugurada la LXI edición de los Juegos Estudiantiles Secundarios Ovetenses 2022, con el bullicio, el colorido y el brillo propio de la juventud ovetense.
• La nota discordante la brindó la hinchada organizada del Centro Educativo Diocesano Monseñor Jerónimo Pechillo, tradicionalmente conocido como “Colegio Parroquial”, por los soberbios y violentos mensajes que portaban sus alumnos en las gradas del estadio “El Cerrito”.
• Frases como: “A mí no me afecta, porque tengo plata” o “Bancate un mano a mano con los Chetito$”, se podían leer en los carteles que, igualmente tenían imágenes de billetes en guaraníes y dólares.

Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar, tras el acto inaugural de la edicion 61° de los Juegos Estudiantiles Secundarios 2022, organizados por la Federación de Estudiantes Secundarios Ovetenses (FESO), tras dos largos años de postergaciones, debido a la pandemia por CoVid-19.

Entre el colorido, el bullicio, la alegría y la fuerza de la juventud ovetense, compuesta por unos 21 colegios participantes, y cerca de 10.000 participantes del acto, la nota discordante y llamativa la brindaron los alumnos del Centro Educativo Diocesano (CED) Monseñor Jerónimo Pechillo, coloquialmente conocido como “Colegio Parroquial” o “La Parro”, debido a lo agresivo y soberbio de los mensajes que portaban en sus carteles.

Leyendas como: “A mí no me afecta porque tengo plata” o “Bancate un mano a mano con los chetito$” mostraban orgullosos los adolescentes en las gradas del estadio municipal “El Cerrito”, esto despertó malestar e indignación ciudadana en redes sociales, quienes calificaban estos hechos como poco acertados, dado el momento sensible que, aún sigue atravesando el país y el mundo, debido a las secuelas de la pandemia.

Es conocido que, La Parro, es un centro educativo privado-subvencionado, de extracción confesional religioso católico, pertenece a la Diócesis de Coronel Oviedo, bajo la dirección general del obispo Juan Bautista Gavilán, sus alumnos en apariencia, están formados en preceptos cristianos de amor, bondad, solidaridad, respeto mutuo y humildad, nada más distante, de la actitud desplegada hoy en la ceremonia inaugural.

Fueron muchas las críticas que señalaban de “vacíos”, “huecos” o “insensibles” los mensajes con los que se ufanaban y se hacían merecedores del rechazo ciudadano: “Estos son los valores que les inculcan sus padres con plata”, “Se nota que el dinero es lo más importante para ellos y sus padres”, “Colegio cristiano y actitud indolente de estos chicos, es la educación que reciben en casa y en su colegio elitista”, se lee en las redes sociales.

No se puede precisar a quiénes irían dirigidos los mensajes desplegados en las gradas, si sería una simple ostentación de la condición de adinerados de los estudiantes o si estarían abiertamente desafiando a algún colegio con quienes podría existir algún tipo de rivalidad. Tampoco los carteles condicen con la situación de recesión, crisis económica y el tremendo golpe financiero que dejó la pandemia como secuela y supondría que, los jóvenes sortearon estos años difíciles, convirtiéndose en personas más sensibles y empáticas ante las desigualdades de la inmensa mayoría de la sociedad.

En redes sociales, al tiempo de lamentar tan decadente expresión de soberbia juvenil, solicitan que la institución del colegio Parroquial, sus autoridades académicas y religiosas, docentes, padres y egresados, reflexionen sobre tan lamentable espectáculo brindado, es más, si es preciso, que deban tomar las medidas correctivas del caso.