Federico Mora busca presidir Cones ante una educación superior
- El viceministro de Educación Superior del MEC, Federico Mora, dijo que le sorprendió la renuncia de Clarito Rojas Marín a la presidencia del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones).
- En otro momento, Mora dijo que se puede generar ese consenso necesario para que sea presidente del Cones.
La educación superior arcaica en herramientas es uno de los motivos que impulsan al viceministro de Educación Superior del MEC, Federico Mora, a buscar la presidencia del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones), tras la salida de Clarito Rojas.
Al respecto, manifestó que este miércoles van a elección para escoger al nuevo titular del órgano responsable de proponer y coordinar las políticas y los programas para el desarrollo de la educación superior del Paraguay.
Para Mora, la educación superior necesita previsibilidad, una agenda que sea consensuada y que traiga confianza.
“Hoy el MEC es un miembro más, como cualquiera de los 13 que tiene, con la posibilidad de aspirar a la presidencia (del Cones)”, puntualizó en contacto con radio Monumental 1080 AM.
En ese sentido, le consultaron por qué quiere la presidencia y respondió que “nuestra educación superior es arcaica en herramientas”.
“Yo vengo del mundo de la academia. Tuve la oportunidad de conocer y estudiar afuera y noto mucho lo que tenemos y lo que no”, prosiguió e indicó que “lo que tenemos aquí está muy lejos de donde está la academia internacional”.
Igualmente, sostuvo que es una locura que el sistema no tenga el Registro Único del Estudiante (RUE), que no se sepa cuántos estudiantes hay dentro del sistema educativo y cómo evoluciona en todo el proceso de título y trazabilidad.
“Pero es una locura para las universidades que no tienen datos con qué planificar su oferta. Es una cosa increíble que una universidad decida abrir una carrera sin saber cuántos estudiantes hay en esa carrera, entre otros datos”, reprochó.
Igualmente, explicó que el Cones viene de una década de rotación de la presidencia entre la Universidad Católica y universidades públicas, pero que no le ha tocado al MEC ni a los demás actores.
“Hay datos, documentos, tanto de acción como de omisión, que hacen a uno derivar que las decisiones tomadas fueron más vinculadas a los intereses de las universidades que a los intereses generales de la educación superior”, aseveró.