Explotó la bomba, y ahora ¿qué?
El grave episodio de incendio registrado en la noche del viernes, en el Mercado Municipal Nro. 1, requiere que se tomen medidas drásticas para determinar la causa y también medidas para evitar que vuelva a ocurrir. No basta con que los bomberos hayan apagado el fuego del local comercial que fue construido de manera ilegal en la vereda.
Lo ocurrido el viernes deja al desnudo graves irregularidades que, sin duda alguna, están aparejadas a hecho de corrupción por lo que fueron trasgredidas varias normativas vigentes en Coronel Oviedo, como la prohibición de ocupación de veredas, establecida en la Ordenanza 038/2012.
Sin embargo, hoy al día siguiente, pareciera que nada ocurrió y locales comerciales en iguales condiciones al incendiado, siguen operando sin que haya ninguna intervención para evitar otra desgracia… desgracia que es provocada por los propios comerciantes al establecer espacios con nula seguridad, para sí mismos y sus compradores.
Felizmente, los bomberos de Coronel Oviedo, están preparados para este tipo de contingencia, pero, ¿qué se hace para la prevención?, ¿quién permite que los comerciantes sigan construyendo en lugares prohibidos? La pregunta real que se debe responder para conocer la raíz del problema es, ¿con quién y cuanto transan para que violen la ordenanza con complicidad municipal?
Es situaciones de tragedias deben ser tomadas medidas drásticas. Tal vez, instalar una boca hidrante en la zona sea una decisión acertada, pero da la sensación de que lo único que se pretende es estar preparados para sofocar más incendios en el futuro y no prevenir que sucedan.
Los locatarios del mercado municipal y sus inmediaciones son puercos y peligrosos, son asesinos en potencia, en complicidad con la Dirección Municipal de Obras, Dirección Municipal de Tránsito, Dirección Municipal de Industria y Comercio y la Administración del Mercado Municipal.
Todos son responsables de la desidia y cómplices tolerantes con la violación de las ordenanzas vigentes. Se asocian en la transa para joder la vida de los ovetenses y tienen la suerte de que no pase a mayores porque, cuando pase, será inevitable que estén tras las rejas.
Mientras tanto, seguiremos escuchando que todo esto es una bomba de tiempo, pero nada se hace al respecto.