Estudiantes dan clase bajo árboles en Ybytymí por peligro de derrumbe
- Alumnos, desde el preescolar hasta el noveno grado de la Escuela Básica N° 2.960 San Antonio de la compañía Jhuguá Guazú, dan clases bajo los árboles porque la infraestructura de la institución está colapsada.
- Muchos padres indicaron que existe rumores de que el Ministerio de Educación pretende cerrar la escuela debido a la baja cantidad de alumnos y abandonar a los pequeños a su suerte.
- Esta es la única institución educativa de la comunidad y la escuela más cercana dista a unos 15 kilómetros.
Padres de familias están preocupados por el deplorable estado en que se encuentra la Escuela Básica N°2960 San Antonio de la compañía Jhuguá Guazú, cuyo pabellón de cinco aulas fue clausurado por peligro de derrumbe el año pasado. Ante dicha situación sus hijos ahora dan clases bajo los árboles y en caso de lluvias no podrán asistir porque no tienen un techo donde guarecerse.
La escuela San Antonio tiene una vida institucional de 47 años, y actualmente cuenta solo con 50 alumnos, pues muchos padres prefieren no enviar a sus hijos y hay rumores de eventual cierre por la baja matriculación.
El local escolar fue clausurado en el 2021 porque el piso comenzó a presentar hundimiento, las paredes estaban resquebrajadas, empezaron a desprenderse parte de la estructura del techo y las salas de clases quedaron con goteras. Como el antiguo pabellón ya no representa ninguna garantía para los niños ni para los docentes, las autoridades educativas decidieron clausurar dicho sector con cinco aulas.
Esta escuela rural, lejos está del soñado derecho a la educación en igualdad de condiciones que tienen los niños según la Constitución Nacional. Los alumnos se ven obligados a desarrollar las clases bajo los árboles con nulas condiciones óptimas para un buen aprendizaje.
El docente también debe empeñarse en fabricar para su pizarrón, lejos de la comodidad de tener un aula segura, buena iluminación, ventilador y menos pretender un aire acondicionado.
A esta situación se suma que la escuela precisa que se repare la cocina comedor que también va cayendo a pedazos. En el lugar ingresan las cocineras, docentes y también los niños y es un sitio que requiere de mucha seguridad a la hora de servir el almuerzo.
El problema de la escuela rural San Antonio, al parecer no tiene ninguna expectativa de solución, los directivos ya solicitaron ayuda a la Municipalidad local, a cargo del intendente Casimiro González (PLRA) y solo les dijo que debe ser derribado, luego ya no apareció. De esto ya pasó tres años.
El gobernador Juan Carlos Baruja (ANR) construyó solamente un aula, faltaría cuatro salas más, explicó el docente Hugo Chamorro.
Desde este año la Dirección de Educación Departamental, decidió que la escuela por baja matriculación, que tiene 50 alumnos, implemente el plurigrado y muchos padres piensan que es un peldaño más hacia el cierre definitivo de la escuela.
Las autoridades locales deben ver de qué manera ayudar a la institución y no permitir a que alguna vez se cierre, porque es un servicio que se está ofreciendo a la comunidad rural, desde el preescolar, hasta el sexto grado que van en horas de la tarde. El quinto y sexto grado desarrollan plurigrado y en horas de la mañana funciona desde el séptimo al noveno grado.
La directora departamental Gladys Norma Mendoza, dijo que la situación de la escuela San Antonio está en microplanificación del 2022, pero como también registra baja matriculación que tal vez influya para invertir en la institución. La escuela no prevé tampoco recibir hasta el momento alguna asistencia por parte del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).