Encuentran sin vida a párroco Roberto Carlos Armoa González y sospechan que se trató de un suicidio
- El religioso Roberto Carlos Armoa González, de 40 años, fue encontrado colgado dentro de su hogar, tras una llamada al 911.
- La Policía descarta indicios de homicidio, pero miembros de su comunidad aseguran que fue asesinado, exigiendo una investigación más profunda.
- Las autoridades revisan cámaras de seguridad para descartar cualquier otra hipótesis, aunque la Policía sostiene que no hay indicios de un crimen.
La mañana de este 1 de abril, la policía de la Comisaría N° 5 de Ybaroty recibió una alerta a través del servicio 911 sobre un posible suicidio en una vivienda ubicada entre Presidente Franco y Bvda. Bicentenario, en el barrio Ybaroty de la ciudad de Villarrica.
Al llegar al lugar, los oficiales encontraron el cuerpo sin vida de un hombre, identificado como Roberto Carlos Armoa González, sacerdote de 40 años, conocido por su labor religiosa en la ciudad de Borja.
Según el informe preliminar de la policía, el cadáver fue hallado colgado de una viga de metal dentro de la vivienda, sostenido por un cable negro alrededor del cuello, en lo que parece haber sido un intento de autoeliminación.
La víctima, quien aparentemente habría utilizado un método de suspensión incompleta, fue hallada por los vecinos que, con la ayuda de las autoridades, lograron forzar la cerradura del portón metálico para ingresar al domicilio.
El fiscal de turno, Abg. Noelia Soto, junto con el médico forense Dr. Alfredo Lichi y el personal de criminalística, encabezaron la inspección del cuerpo en el lugar. El diagnóstico inicial apunta a la “asfixia mecánica por ahorcamiento” como la probable causa de la muerte. No se encontraron otras lesiones en el cuerpo, lo que refuerza la hipótesis de un suicidio. El tío de la víctima, Luis Guillermo Duarte Ortiz, fue quien identificó el cuerpo y se encargó de la disposición final del mismo, según lo autorizado por la fiscalía.
Este suceso conmocionó a la comunidad religiosa, ya que Roberto Carlos Armoa González era un sacerdote muy respetado en la región. La Dócesis de Villarrica en un comunicado publicado en sus redes sociales el pasado 28 de marzo publicó su designación como Cura Párroco de la Parroquia Señor Crucificado de Buena Esperanza – Borja.
Si bien la Policía sostiene que se trató de un suicidio y que no hay indicios de homicidio, algunos fieles no creen en esta versión y aseguran que el sacerdote fue asesinado. Ante esta situación, la Fiscalía abrió una investigación para esclarecer los hechos y descartar cualquier otra posibilidad.
Como parte del procedimiento, se estarán revisando las cámaras de seguridad en las inmediaciones del lugar. Se espera que, en las próximas horas, se obtengan más detalles que ayuden a esclarecer las circunstancias de este hecho, mientras la comunidad religiosa y sus allegados lamentan su partida inesperada.
