Encarnaceno denunció que falsa agencia de Caaguazú intentó estafarle

• Una tarde mensajearon y al amanecer ya le tenía lista la motocicleta con toda la documentación para enviarle, supuestamente.
• El internauta le siguió la corriente al estafador, hasta que dejó de contestar y le empezaron a presionar por el pago.
• La víctima contó su experiencia en un hilo de X donde incluyó las capturas de pantalla de toda la conversación.

Mirando las redes sociales, como un pasatiempo normal; José Miño vio una motocicleta que le interesó especialmente. De puro curioso, envió un mensaje respondiendo a una publicación en Marketplace de Facebook para saber cuánto costaba y unas horas más tarde, le respondieron.

“Comoitepa se ingenia la gente para estafar, consulté una moto por marketplace y de la nada ya estaba todo a mi nombre y tenía que pagarles ya guau”, inició José el hilo donde contaba extraña experiencia internauta en su “primera estafa”, en la que intentaron meterle.

“¿Aún le interesa?”, escribieron al otro lado, acompañado de un número telefónico. “Una tal agencia en Caaguazú ya fue sospechoso desde el principio, porque la ubicación de Facebook decía Encar…”, escribió el encarnaceno.

La conversación empezó a ponerse más llamativa aún cuando los supuestos vendedores le mandaron una foto lavando la moto. “Ahí ya le empecé a seguir el juego, mañana a primera hora ya iba a poner a mi nombre y enviarme, qué rápidos y eficientes, diomio mencanta…”, ironizó.

Al día siguiente, le mandaron los documentos con todo papeleo listo con vídeo incluido firmando en la escribanía. Él simplemente ya tenía que comunicarse con la transportadora para coordinar la entrega y estaba ya todo listo.

“Me dijeron que le escriba al número que está en la boleta, (por cierto, que bien escrito están las letras diomio, el número de celular ni qué decir), ah y transporte y carga Santo Domingo, daleeee”, continuó su relato en su cuenta de X.

Pero como él no finalizo el trámite, las llamadas comenzaron. Los supuestos vendedores le llamaban a requerir el pago porque la moto ya estaba a su nombre. “Ya estaba lista para el envío, me envió fotos para que confíe gua’u mi vendedora, no sé si es ella la estafadora o robaron la foto de alguien”, apuntó.

Al final, reflexionó sobre esta innovadora modalidad, asegurando que de las muchas formas de estafa que vio, esta fue perfecta para contarle a sus seguidores. “Qué emoción dije cuando me pasaba, esto me va servir para un hilo en tuiter”, finalizó su hilo.

En las respuestas, muchas personas contaron que fueron víctimas de situaciones similares.